El contenido en castellano sobre el mundo de las bicicletas eléctricas es todavía algo limitado. Existe mucha información, sin duda, pero incomparable frente a la que podemos encontrar sobre el ciclismo convencional. Es algo razonable al tratarse de una disciplina incipiente, así que para ahondar más en la cuestión es aconsejable dirigirse a páginas especializadas de otros países.

Navegando entre ellas encontré un interesante artículo de ‘Electric Bike Blog’, un sitio cargado de contenido sobre las e-bikes. Aunque por supuesto lo tenéis disponible en la red, me ha parecido oportuno realizar un pequeño resumen sobre los beneficios que las pedelec pueden aportar a la salud de quienes las disfrutan. Seguirá habiendo quien piense que con esto de las bicis con motor ejercicio más bien poco, tampoco es mi intención convencer a nadie de lo contrario, por mucho de que personalmente piense que la evidencia (y la experiencia) demuestra todo lo contrario. Esta recopilación de ventajas saludables de las e-bikes es un argumento más en el mismo sentido, seguro que muchos estáis de acuerdo con lo que nos cuenta Joe Goodwill, el autor de este blog.

Ejercicio aérobico sostenido

No vamos a descubrir ahora lo mucho y bueno que cualquier tipo de ejercicio aporta a la salud. En el caso de las e-bikes, la clave reside en que permite la práctica de un deporte aeróbico sostenido, además de hacerlo accesible a más personas. Los expertos recomiendan al menos dos horas y media de actividad moderada por semana como una excelente herramienta de prevención de enfermedades cardíacas y accidentes vasculares. Por no hablar de su efectividad para combatir la obesidad, sin duda una de las grandes lacras de la sociedad moderna.

Una práctica más intensiva

Los estudios confirman lo que cualquier usuario de e-bike conoce de forma empírica. Con una de estas bicis se pasa más tiempo pedaleando, en torno al doble de horas, o distancia, de lo que se haría con una bicicleta sin asistencia. En particular, parecer ser que las mujeres son las que más amplían su actividad, incluyendo también a todos aquellos que recurren a esta tecnología para sus desplazamientos cotidianos por la ciudad.

Beneficios para los músculos y los huesos

La práctica controlada de un deporte exigente como el ciclismo, sin necesidad de alcanzar grandes picos de frecuencia cardíaca tan perjudiciales en algunos casos, influye directamente en la mejora de las condiciones de huesos, articulaciones y músculos. Un ejercicio que puede ser tan suave como se decida, sin impacto y capaz de tonificar el cuerpo es incuestionablemente beneficioso para cualquier usuario de una e-bike. La inactividad es origen contrastado de numerosas patologías, así que poco más se puede decir al respecto.

Efectos psicológicos

Hacer deporte también es uno de los mejores antidepresivos que se conocen… y sin efectos secundarios. Todos nos sentimos un poco (o mucho) mejor después del ejercicio, una sensación especialmente gratificante para aquéllos que ya pensaban no iban a poder seguir disfrutándola. Es frecuente que personas por encima de los 40 años tengan la impresión de que las exigencias del deporte superan su capacidad, una circunstancia contra la que puede ser determinante la ayuda al pedaleo. Con una e-bike muchos recuperan la ilusión por salir a montar en bici, verse capaces de ello sin necesidad de sentirse atletas y seguir estando activos más allá de los condicionantes que, inevitablemente, acarrea la edad en mayor o menor medida.

Accesibilidad para otros colectivos

Y precisamente son las ventajas de la electricidad las que propician la importantísima accesibilidad al deporte de colectivos que podrían renunciar a su práctica. Ya nos hemos referido a esto, con la asistencia al pedaleo, el ciclismo deja de ser una utopía para aficionados condicionados por algún tipo de limitación física o de edad más avanzada. Por supuesto que cualquiera se beneficia de esta ayuda extra y todos disfrutamos de la diversión que proporciona una e-bike, pero conviene resaltar la valiosa posibilidad que con ella se abre para aquéllos que de otro modo, con seguridad, se quedarían en el sofá con el único desgaste energético de mover un dedo para manejar el mando a distancia de la tele...