Sólo dos partidos contra Marruecos
Hubo hasta una final del Mundial Militar. España se la ganó a Marruecos (3-0). Pero como primeras selecciones no han vuelto a enfrentarse.
A pesar de ser vecinos, las primeras selecciones de España y Marruecos sólo han jugado dos partidos en su historia. Fue en la clasificación para el Mundial de Chile, en noviembre de 1961. Marruecos se independizó de Francia en 1955 y su Federación se inscribió en la FIFA en 1960. Ya ese año, y en el marco de la “tradicional amistad hispanoárabe”, que tanto predicaba el Régimen, se concertaron dos amistosos entre España B y Marruecos, que jugó con los mejores… disponibles. Muchos jugaban en Francia y dos en España, Riahi en el Córdoba y Ben Barek en Málaga, y sólo podían acudir si el club les dejaba.
En mayo empatamos 3-3 en Casablanca. No pudo jugar la figura marroquí, Akerbi, que pertenecía al Stade Reims. La vuelta, en Granada, ganamos 4-3. Akerbi marcó dos.
Pronto las dos selecciones A se cruzarían en el camino al Mundial de Chile 62. Marruecos, claro, nunca había estado en un Mundial. Nosotros habíamos fallado a los dos anteriores, Suiza 54 y Suecia 58. España eliminó a Gales y le tocó enfrentarse con el ganador de la zona africana, que fue Marruecos. A África no se le consideraba aún con nivel para enviar un representante porque sí, sino tras enfrentarse con un europeo. Y le tocó España.
La ida fue en el Marcel Cerdan de Casablanca, el 12 de noviembre del 61, con una expectación tremenda y coincidiendo con la boda de un hermano del Rey Hassan II. Casi puede decirse que el partido formó parte de los fastos. España llevó un equipo lleno de grandes nombres. Juzguen: Araquistain; Rivilla, Santamaría, Mestre: Ruiz Sosa, Zoco; Aguirre, Del Sol, Di Stéfano, Puskas y Gento. Puskas debutaba en la selección, una vez cumplidos tres años de su nacionalización. Veinte mil españoles se acercaron al estadio, muchos procedentes del Sáhara español. Se vieron defraudados. España jugó muy mal y ganó de milagro. El remois Akerbi hizo diabluras pero falló ante el gol. Ganó España 0-1, con un cabezazo de Del Sol, gol muy protestado por los marroquíes, que reclamaban que el balón había salido por la línea de fondo antes del centro de Aguirre. Quedó malestar en ambas partes. España acusó a Marruecos de dar mucha leña, Marruecos estimó parcialidad del árbitro. Se sintió vencedor moral. La selección fue muy criticada, en especial el trío Di Stéfano-Puskas-Gento. Estuvieron fatal los tres.
La vuelta fue en el Bernabéu, a las dos semanas. Escartín, el seleccionador (con Miguel Muñoz, entrenador del Madrid, como preparador físico) hizo tres cambios: entró Calleja por Mestre y en el ala izquierda hizo debutar a Marcelino, en pareja con Collar. Puskas y Gento quedaban fuera, pues. La rivalidad entre Gento y Collar era legendaria y dividía al público madrileño en bandos irreconciliables.
España sólo jugó bien los primeros 20 minutos. Volvió a ganar (3-2) pero el partido dejó malestares. Collar fue abroncado por el público madridista, mientras los atléticos pitaban a Di Stéfano, acusándole de no pasarle el balón. A Marruecos le faltó Akesbi, que tuvo que jugar la víspera con el Stade Reims y aunque viajó y llegó a Madrid a tiempo, no llegó a alinearse. En Marruecos se comentó que el Madrid iba detrás de él y le había dicho que no jugara.
Los dos goles marroquíes los marcaron los españoles, Riahi y Ben Barek, este pariente lejano de Larbi Ben Barek, el genio de una generación anterior con el que no hay que confundirle. Recuerda bien aquellos días: “La víspera me lesioné en el entrenamiento, pero no lo quise decir, por miedo a que allí me acusaran de no querer jugar contra España, ya que estaba aquí. Me masajeé toda la noche. Me defendí en el partido, y hasta marqué. Pero entonces en Málaga recordaban que yo allí no metía goles y con Marruecos sí. Yo jugaba en la media, no era de goles, pero el caso es que tampoco pude decir que estaba lesionado. Salí el domingo ante el Levante y marqué otro gol. ¡Qué suerte! Ya pude decir que estaba lesionado y acabé de extremo”.
En los sesenta fueron frecuentes las apariciones de equipos españoles en el Trofeo Mohammed V. España B ha jugado contra Marruecos en Juegos del Mediterráneo, y en selecciones menores se han enfrentado varias veces. Hubo hasta una final del Mundial Militar en 1965, competición para jugadores que estaban en la mili, y que tuvo cierto predicamento. España se la ganó a Marruecos (3-0). Pero como primeras selecciones no han vuelto a enfrentarse. Una causa puede encontrarse en el siguiente Mundial Militar, 1966, en el que salimos a palos y España se retiró en el 80’. Luego, claro, la Marcha Verde. Y las salpicaduras que de cuando en cuando producen la pesca, Ceuta y Melilla, el Polisario...
El caso es que desde noviembre de 1961 hasta hoy no han vuelto a jugar.