Conductas poco ortodoxas de mis compañeros encima de la bici

Como ya he dicho en alguna que otra ocasión, los ciclistas somos con diferencia el colectivo más frágil sobre la carretera. Pero precisamente por eso, además de exigir todo lo exigible en cuanto a seguridad, respeto por parte del conductor –que nadie olvide que la inmensa mayoría de los ciclistas también conduce- y sanciones ejemplares para quienes cometan un atropello o no respete el metro y medio de seguridad, también es cierto que tenemos que poner de nuestra parte. Por eso me quiero centrar en varios comportamientos que veo en mis ‘compañeros’ ciclistas y no son correctos. Eso sí, aviso ya: esto no es ni será nunca una disculpa a los actos irresponsables e inconscientes de los conductores que cuestan vidas. La última, esta tarde en Somo (Cantabria), donde una furgoneta se ha llevado por delante a un ciclista y el conductor se ha dado a la fuga. Por suerte, el ciclista está bien.

Total, a lo que iba. Más o menos, todo el mundo tiene claro cómo debe ir por la carretera. Pero hay algunas consideraciones que, aunque parezcan básicas, no está de más recordarlas por un altavoz como este. La DGT sacó hace ahora unos dos años un documento llamado ‘Guía del Ciclista’. Son 24 páginas de recomendaciones y recordatorios de circulación para los usuarios de la bicicleta. Para mí, es manifiestamente mejorable, pero eso es otro tema. 

Conviene reparar en algunas prohibiciones que a día de hoy veo bastante gente por la carretera que no respeta, y otras de esas recomendaciones que muchos tampoco siguen. El código de circulación tiende, poco a poco y mucho más lento de lo que debería, a integrar al ciclista como un conductor más en la carretera, con las salvedades que tiene el vehículo que lleva. Por eso mismo las señales le afectan igual que al resto de vehículos, y la forma de conducirlo también.

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Una prohibición: no se puede conducir en la carretera mirando el móvil. Así que ir en bici tampoco. Por desgracia, este que está aquí ha visto a ciclistas directamente respondiendo una llamada por la carretera. O haciéndose fotos o incluso grabando vídeos. Aparte de la multa que nos puede caer, también supone un peligro extra porque le quitamos atención a la carretera.

Otra, que también veo que se salta a menudo, es la de no ir en bici con auriculares conectados a un aparato eléctrico. La razón es tan obvia que parece mentira tener que explicarla, pero básicamente se trata de que con el auricular puesto –y da igual que lleves sólo uno- no se oye lo que viene detrás, y el ciclista tiene que llevar –como cualquier conductor- todos los sentidos puestos en la carretera.

Además de estas prohibiciones, hay otra obligación importante que los ciclistas se saltan con frecuencia: señalizar las acciones, sobre todo cuando vamos a adelantar a algún vehículo –tractor, vehículos tirados por animales, etc-. Es importante señalar lo que vamos a hacer para que detrás nos vean, si hacemos la maniobra sin avisar corremos peligro de que detrás la hagan también al mismo tiempo. El desenlace lo conocemos todos y es muy desagradable.

Pero como no todo va a ser tirarme piedras en el tejado, hay que dejar claro que esta guía –que obviamente está basada en el código de circulación- especifica algo sobre los adelantamientos: no se considera adelantamiento el de un ciclista a otro cuando circulan en grupo. Esto lo digo porque no pocos conductores esgrimen eso de que los ciclistas “se van adelantando entre ellos” como algo malo. Bien, que quede claro que es legal. Y lógico.

Como siempre digo, la clave de todo esto es la convivencia. Tenemos que respetarnos y entendernos todos. Y eso implica que las bicis pongamos de nuestra parte, por supuesto, pero no exime a la otra parte de hacer lo mismo. Hoy me he centrado en lo que veo en la carretera por parte de los que usan la bici igual que yo, pero de esto se puede hablar muchísimo y los conductores tampoco salen bien parados. Lo dicho: respetémonos todos.