Betis, Espanyol, Éibar y la vuelta europea contra el Arsenal son las citas que todavía le esperan al Atlético en el Wanda Metropolitano y la realidad es que el balance está siendo más que positivo. El lleno ha sido el común denominador de todos los partidos y encima el nuevo feudo rojiblanco fue el anfitrión del partido entre España y Argentina y todo le quedan dos guindas espectaculares: la final de Copa del sábado entre Sevilla y Barcelona y la próxima campaña la Champions que se ha convertido en la gran obsesión de la entidad. Está claro que el estadio ya es historia de los 115 años del Atlético cuyo cumpleaños se celebrará el próximo jueves 26 en Londres intentado conseguir ante el Arsenal un buen resultado que permita soñar con el pase a la final de la Europea League de Lyon. Sin duda alguna si se sigue por la línea actual está claro que el nuevo estadio pasará a ser valorado como uno de los tres mejores de Europa y una baza para el fútbol español pensando en la posibilidad en un futuro inmediato de volver a pedir organizar un Mundial. Aunque el Calderón no será olvidado nunca por todos los rojiblancos, nadie duda de que el cambio ha sido positivo, que se ajusta a las necesidades que tiene este Atlético que ya se codea entre los grandes de Europa y eso que todavía falta por perfilar todos los accesos al mismo y hasta sacar partido de los aledaños y que lo puedan convertir en una de las zonas más visitadas de la capital de España. Desde luego el capítulo de ingresos está siendo sobresaliente y hasta ya hay empresas que estarían más interesadas en que sea una de las zonas de restauración y ocio que más gente pueda recibir todos los años.

En pleno debate sobre la cantera, lo cierto es que en el Atlético sigue Simeone sacando oro de la misma. Para el viaje a San Sebastián se lleva hasta ocho perlas que o juegan o han jugado en las secciones inferiores y el futbolista bandera sigue siendo un Koke que continúa superando marcas personales y que tiene claro que es el espejo en el que se miran los que empiezan, como pasa con Fernando Torres. Igualmente el director deportivo está de viaje por Argentina viendo a los valores que están más alza y otros que están cerrando un año inolvidable están siendo Oblak y Griezmann. Los dos siguen estando en la élite mundial y siguen siendo el espejo en el que se miran los rivales como piezas claves de los éxitos de la entidad. Ahora la actividad de las oficinas se centraliza en la final de Copa. Tres mil miembros de las fuerzas del orden van a garantizar la seguridad y ya se tienen preparadas las dos zonas de entretenimiento para sevillistas y azulgranas alrededor del campo que les permita disfrutar de un día inolvidable y sobre todo que con independencia del resultado no existe problema alguno. Será un buen examen en la lucha que tiene el Atlético de ofrecer su campo como sede de todas las finales de Copa y de los partidos más importantes de España.

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