Cómo hacer vivac sin congelarse
8 consejos para dormir bien en un saco y 3 sacos para no acabar desesperado.
Una de las mejores experiencias que se pueden vivir en las actividades outdoor es pasar una noche al raso, arropado por un saco de dormir, mientras la bóveda estrellada se hace tan grande que parece te sumerges en el firmamento. Si nunca ha practicado el vivac, se está perdiendo lo mejor de la vida junto con el jamón ibérico y una Estrella Galicia bien fría. Pero claro, para que la experiencia sea para recordar, y no como una pesadilla, la noche hay que pasarla bien, y por lo general, bien significa “calentito”. Que no siempre es el caso.
Por ejemplo, la primera noche en el Mountain Festival llegué a mi tienda y me metí en el saco que me había proporcionado la organización, no recuerdo bien el modelo pero era de plumón de hasta -7 ºC, dormí como un lirón. A la mañana siguiente me desperté nuevo, dispuesto a un buen desayuno y realizar un trekking por las montañas Alpinas que teníamos programado. Durante el desayuno, escuché con sorpresa como mis compañeros de aventuras, que contaban con la misma equipación que yo, se quejaban de la mala noche y el frio que habían pasado, “que se tuvieron que poner hasta el chaleco reflectante del coche para dormir”. Me quedé extrañado ¿Cómo es posible que yo durmiese perfectamente, incluso en momentos, abriéndome el saco porque tenía algo de calor, y una persona justo en la tienda de al lado casi “muere congelada”?
Teniendo en cuenta que en el valle de Lauterbrunnen no hay microclimas de tienda a tienda y que yo soy una persona normal con resistencia al frio y al calor como todo hijo de vecino, solo puedo pensar que lo único que influyó fueron pequeños detalles a la hora de meterse en el saco. Así que le digo lo que yo suelo hacer y que me da buen resultado:
[1] Siempre intento dormir con una capa interior. De la misma forma que cuando estoy por la montaña llevo camiseta, capa intermedia, plumas y cortavientos, cuando me meto en el saco procuro ponerme camiseta de manga larga y mallas térmicas. Le recomiendo las camisetas de lana Icebreaker, regulan la temperatura, son muy suaves y cómodas. Son las que yo llevo.
[2] Dentro de los límites del aislante. El suelo de la tienda se va a enfriar, hay que mantener el saco lo más aislado posible para que no pierda el calor por convención. Y si se puede elegir, mejor un aislante inflable que la colchoneta tipo yoga de toda la vida.
[3] Llevar una almohada. No digo la de la cama, pero una pequeña hinchable, o una de esas de cuello de los aviones, es una gran idea. A mucha gente, incluido yo les cuesta conciliar el sueño si no tiene almohada. Además, es un elemento más de aislamiento del frio que mantiene la cabeza separada del suelo.
[4] Ponerse calcetines y gorro. Tener los pies fríos es una tortura, pero por la cabeza y el cuello se pierde la mayor parte del calor generado. Yo suelo ponerme un gorro suave que me cubra hasta los ojos, un badana que me tape cuello y boca y solo dejo la nariz fuera. Por lo general cuando ya se coge calor los calcetines sobran, pero con quitárselos y dejarlos dentro del saco, perfecto. Aquí aconsejo gorro Buff thermonet, y la badana polar también de Buff. Para los calcetines, Chiruca tiene los thermolite que te mantienen los pies como una estufa.
[5] No ponerse la chaqueta ni los pantalones. Sé que hay montañeros que si lo hacen, pero a no ser que se desplome la temperatura, para mí no es una opción. Primero por la incomodidad de dormir con tanta ropa, los pliegues se clavan y al final no se duerme cómodo. Segundo, si te embutes como una morcilla dentro del saco y todo está en contacto, no se permiten zonas de aire que se caliente, y el calor se va por el suelo como estuviera enchufado a una aspiradora. Además, y lo digo por experiencia, como te pegues una sudada por ponerte chaqueta y te mojes, sí que lo pasas mal. Mejor tener la chaqueta a mano y echársela por encima del saco, o incluso de tórax y cabeza, para que cree más bolsas de aire caliente.
[6] Colocar la mochila o la bolsa de viaje (una grande) encima del aislante y debajo del saco, en las corvas de las piernas adquiriendo una postura como si se echase una siesta en un sillón reclinable con reposa pies. Con esto se consigue que los lumbares estén rectos y no arqueados, lo que es muy confortable y además parte del saco tiene un plus de aislamiento. Y si el terreno está un poco inclinado hacia los pies, evitará que uno se vaya deslizando cuesta abajo. Todo son ventajas.
[7] Equiparse con un buen colchón hinchable. Uno de los mejores inventos de la humanidad desde la cerveza. Decathlon tiene un par de modelos muy curiosos como el Seatosummit.
[8] Y por supuesto elegir el saco de dormir adecuado para el entorno y las condiciones en las que se van a dormir. Esto que parece de cajón, a veces no lo es. He visto compañeros que se han llevado un fino saco de dormir de verano cuando por la noche la temperatura se desplomaba a -1Cº y, claro, se te pegan como una garrapata en la tienda para chuparte calor.
Sacos para todas las condiciones
Ternua Camplight 100 2.7ºC
Saco ideado para 2,7 ºC, lleva 60 grs de fibra sintética Thermashell, especial para aislamiento, retención del calor y resistencia al agua. Aunque limitado a -2.8 ºC, algunos expedicionarios del equipo Ternua se lo han llevado a condiciones de -15 ºC.
Patagonia 850 -7ºC
Ultraligero y con diseño ergonómico en pies y cabeza, está relleno de plumón de ganso, incorpora una cremallera central que permite actividades, como cocinar, sin quitarse el saco. Este es un saco para condiciones ya serias.
The North Face Inferno -40ºC
Este es el top de TNF, diseñado para soportar las condiciones más duras del planeta. Relleno de plumas ProDown de 800 cuins, con tejido Neovent Air resistente al agua y tiene un corte amplio para ponerse capas de abrigo adicional si pilla una ventisca importante.
