La estación andorrana de Vallnord ofrece esta temporada la posibilidad de vivir una experiencia propia de montañeros experimentados como es pasar la noche haciendo vivac a más de 2.600 metros. Es una oportunidad única en los Pirineos y seguramente ninguna otra estación de esquí ofrezca algo parecido.

La experiencia comienza a 2.000 metros de altitud, de donde parte la ruta, y puede realizarse con esquíes de travesía o raquetas. Si la elección son raquetas, el campamento se monta en el segundo lago de Tristaina, un sitio idílico a alcanza la cota 2.350m. Esta ruta implica una dificultad técnica media y un esfuerzo físico medio-bajo.

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Para los más montañeros la excursión se realiza hasta el Pic de Creussans, en una excursión que dura entorno a las 2 horas en esquí de travesía. La dificultad técnica es media ya que se asciende por pista pisada y balizada. El único hándicap en algún punto concreto es la pendiente de la pista. El nivel físico, requerido es medio-alto.

La actividad incluye equipación técnico de alta montaña The North Face: colchón hinchable ultra técnico, saco de dormir indicado para bajas temperaturas y tienda de campaña de alta montaña para refugiarse si se tercia. En el punto de vivac se prepara fuego de campamento, y con los guías se realiza un curso de identificación de las constelaciones, taller de fotografía de cielos estrellados o construcción de iglús. Una cena de montaña regada con buen vino y a dormir. A la mañana siguiente, un pequeño almuerzo caliente en el campamento, y a iniciar el descenso. La actividad acaba en uno de los restaurantes de la estación, de se recuperan fuerzas con un almuerzo contundente.

Una experiencia única que yo ya he añadido en mi carta a Santa Claus.

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