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Simeone se tiene que volver a reinventar

El fiasco de Baku no ha sido lo peor que le ha pasado al Atlético esta semana. Es la lógica consecuencia de un ejercicio futbolístico bastante malo, con más puntos que calidad e ilusión en el campo y lo peor es que está llenando de dudas sobre el futuro de la entidad. Pese a que Simeone volvió a dar la cara por su plantilla, la realidad es que las seis horas de avión regresando a Madrid sirvieron para ver unas caras de preocupación.

Simeone se tiene que volver a reinventar ya que hasta al bloque se le observa con infinidad de dudas y hasta la ausencia de esos líderes o pesos pesados que hasta el momento sabían tirar del vestuario en los momentos de mayor ahogo. Es urgente recuperar la creencia en lo que se hace en el campo y sobre todo poder hacer un partido –el primero sería en Vigo- que se pueda ganar, exhibiendo el nivel de año anteriores, y que permita a los rojiblancos recuperar gran parte de la calidad que se le supone. Las rotaciones se han convertido en un gran tormento. Incluso ya se han escuchado algunas voces dentro de la plantilla de ciertas críticas por el hecho de no tener un once definido. Otros datos no pasan desapercibidos como el hecho de cómo se retiró Carrasco cuando fue sustituido, que Gaitán o Gameiro no terminen de aprovechar ninguna de las posibilidades que les ha otorgado y las dudas a la hora de defender que se están produciendo. Hasta el espíritu rojiblanco de dejarse la piel en el campo se ha perdido y ante el Qarabag ni se aprovechó la superioridad en los últimos minutos por la expulsión de un rival y que se no se utilizará la táctica de subir a Saúl y Godín como delanteros centros y buscar un remate de cabeza. Pese a que todavía no está imposible para la fase de grupos de Champions, más de uno dentro del club se daría por satisfecho el poder garantizar la tercera plaza al final de la Liga y de esta manera volver a entrar en la máxima competición europea cuya final el año que viene será en el Wanda Metropolitano.

Solamente Oblak, Saúl y Thomas están rindiendo a un gran nivel y mucho se habla de la falta de gol, pero se avecina otro paso más que importante para el entrenador. Se comienza a notar que el relevo generacional se antoja como imprescindible. Hay futbolistas que están notando el paso de los años y una zona que necesita tener un dibujo claro y preciso. La del centro del campo y cuya imperfección está provocando que el Atlético deje de perder un factor de casi intocable que antes tenía. Por eso el Cholismo tiene que apostar por sus valores y en especial el de hablar con sinceridad. Es de decir los errores, defectos, pero a la cara, no guardarlos, y luchar y unirse para encontrar el camino de solventar los entuertos. Tampoco me olvido de la penosa condición física o que ahora no rematamos un balón de cabeza ni en los entrenamientos. Es algo que antes no se producía y era una de las virtudes que han provocado el relanzamiento colchonero y que ahora generan muchas interrogantes. Tiempo hay para enderezar el rumbo, buscar la machada en Champions o volcarse en la Europa League, pero lo esencial es encontrarse a sí mismo y el domingo tienen una nueva posibilidad en Vigo ante el Celta. Hasta que no se gane de manera solventa y sobre todo exhibiendo un nivel futbolístico importante ni jugadores, directivos, técnicos y aficionados van a volver a recuperar la confianza en el Cholismo y todas sus virtudes mágicas.