Pese a que el foco de atención en el Atlético siga siendo la operación Diego Costa, la realidad es que en las oficinas saben que la renovación de Oblak se ha convertido en una cuestión de estado. Cada partido que juegan el portero sigue siendo su valor más consolidado. Sus actuaciones son providenciales y por eso está claro que la cláusula de 100 millones se considera que ha quedado muy baja y que cualquiera de los grandes se lo va a quitar. Gil Marín ya le ha indicado a su representante que habrá renovación y aumento de contrato y llegar como mínimo a los 150 millones como precio de su libertad. El problema es que las dos partes no terminan de reunirse y firmar el compromiso y sigue provocando que la rumorología no pare con respecto al futuro del esloveno. Incluso ahora mismo la presencia de Simeone está siendo fundamental para su continuidad y el buen rollo que hay en el vestuario. En caso contrario podrían haberse producido sorpresas desagradables. Es lo mismo que pasa con Diego Costa y al final parece que el delantero va a dar su brazo a torcer y en los próximos días se sentará con los dirigentes del Chelsea y Conte para firmar las paces y que le permitan salir por la puerta grande. Nadie del actual clima que existe ahora y también se le ha pedido desde el Calderón que no hable tanto. Que se limite a realizar los pasos adecuados que le permitan poder volver con los rojiblancos. Simeone está convencido de que va a ser un futbolista fundamental para la segunda vuelta y cada día más su intención es que entre con el equipo, nada de cederlo a otro equipo, para que llegue a enero a tope de condición física y poder demostrar que es una pieza fundamental para estar luchando por todos los títulos en juego y sin olvidar que quiere ser el goleador titular que Lopetegui se lleve con España para el Mundial de Rusia.

El Atlético, en la élite europea

Otro dato a valorar, pensando en el sorteo de Champions del próximo jueves, es la labor de Simeone. Cuando llegó al club hace seis años, el Atlético ocupa el undécimo puesto del ránking de la UEFA, en gran parte gracias al título de la Europea League que consiguió Quique Sánchez Flores. Luego la progresión ha sido evidente y en la actualidad solamente el Real Madrid nos supera por sus tres últimas Champions, de las cuales nos ganaron dos en las finales de Lisboa y Milán. Es evidente que la entidad ya está en la élite de los grandes y por eso es el modelo a seguir. No es extraño que también tanto el entrenador como Griezmann aparezca siempre en las listas de aspirantes a los mejores de competiciones europeas. Hasta han permitido afrontar el reto de cambiar de estadio, y hasta sanear sus cuentas con la Seguridad Social, debido a los triunfos en estas competiciones. Encima el vestuario sigue conjurado y convencido de que tarde o temprano pueden conseguir este título y entonces sí que habrá la desbandada general. En cuanto a los desplazamientos a Las Palmas y Valencia, Simeone va a insistir estos días en corregir los errores que se han exhibido en el fútbol aéreo, pero con la vuelta de Godín hay un ambiente de más tranquilidad. Se quiere mantener la racha de no perder en los desplazamientos. Desde diciembre del año pasado que cayeron en Villarreal, el Atlético es intratable como visitante y espera seguir de esta manera en sus dos próximos partidos, aunque ya no vale perder y la intención es salir a por los tres puntos y no aumentar la diferencia que en la actualidad les saca el Madrid y el Barcelona.

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