Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

No es lo mismo sin Roger


Por Jorge Ducci

Ampliar

Cuando Roger Federer anunció que no se presentaba a los Juegos Olímpicos de Rio la desazón fue general: desde los organizadores hasta los deportistas de todas las disciplinas.

"Era mi gran oportunidad para ver a Federer en vivo". La frase que se multiplica entre los fanáticos del tenis y del deporte en general e, incluso, entre los periodistas que están en Brasil. En 2012 el suizo disputó una exhibición en Sao Paulo, pero eso nunca será lo mismo.

Aun cuando vivir a la sombra de Novak Djokovic y Andy Murray le resta opciones al suizo de ganar algo importante en estos tiempos, todo el mundo siempre espera un último batacazo, una última hazaña para coronar su carrera a lo grande, en lo más alto, con un trofeo de los más codiciados, tal como lo hicieran otras leyendas, como Andre Agassi o Pete Sampras.

Si alguien quiere ser extremadamente quisquilloso, lo único que le falta a Federer en su carrera es la medalla de oro en individuales. Parece un poco rebuscado considerando que ya tiene una de oro en doble, junto a Stan Wawrinka en Beijing 2008, y otra de plata tras perder la final con Murray en Londres 2012. Pero nunca falta quien exige más...

Hace algunos años, FedEx había confesado que su gran meta era llegar en condiciones dignas para disputar sus quintos Juegos Olímpicos y que eso lo dejaría en paz. Pero un problema a la espalda no sólo lo borró de esta cita sino también del resto de la temporada.

Sí, la verdad es que muchos fanáticos, dirigentes, periodistas y deportistas se perderán una oportunidad única en la vida de ver en vivo y en directo a Roger Federer. Los que hemos tenido la suerte de hacerlo podemos corroborar que es una vivencia inigualable, ya que el suizo hipnotiza a todo el mundo al momento de entrar a la cancha y logra unamidad en el apoyo, sin importar el rival o el país, incluso cuando juega de visita.

Lo viví en el Masters de Londres 2014, cuando jugó un partido épico ante Wawrinka en semifinales. Ganó en el tie break del tercer set después de levantar match points. La energía en la Arena O2 fue espectacular y el apoyo de los británicos, que rayó en el fanatismo extremo, fue conmovedora para el ganador de 17 Grand Slams. Esto, sumado obviamente a su tenis exquisito, vistoso, elegante y fluido, entregaron un cuadro sencillamente perfecto para los testigos de uno de los mejores partidos en la historia del evento.

El gran deseo de todos es que quede Federer para rato. O al menos para una temporada más. ¿Podrá conseguir un último gran título como broche de oro en su carrera? Ojalá que sí.