Por Marta R. Peleteiro
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Se viene hablando de que los jóvenes que desean dedicarse al tenis de forma profesional se lesionan más en los últimos tiempos. Por eso, vamos a hacernos eco de un estudio llevado a cabo por la Fundación Mapfre y la clínica del tenista de esta aseguradora que corrobora es percepción que se basa en la evolución de la forma de jugar, pasando de un juego donde dominaba la técnica a otro que se basa más en la fuerza y la velocidad.
Este informe se realizó en los últimos doce meses, y analizó las condiciones físicas de un total de 1.458 tenistas de distintos clubes y escuelas de competición, así como las de 30 de las mejores raquetas de España, entre las que se encuentran Rafa Nadal, David Ferrer, Garbiñe Muguruza y Carla Suárez. El objetivo del trabajo era dar a conocer los factores que influyen en las lesiones, analizar su incidencia en función de la edad y el nivel competitivo de los jugadores, y ofrecer recomendaciones para prevenir este tipo de daños.
Según este trabajo, la velocidad y la fuerza con las que actualmente se juega al tenis son el motivo por el que cada vez más jugadores sufren lesiones en el hombro, la espalda y la cadera. Las consecuencias de esta nueva forma de jugar, que afecta a jugadores de todas las edades y niveles de competición, pone de manifiesto la importancia que tienen los entrenamientos, los controles médicos y el material deportivo a la hora de prevenir una lesión.
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La investigación revela que mientras que en el segmento de niños y principiantes apenas se producen lesiones de consideración, la incidencia de estas se incrementa de forma considerable año tras año entre los jóvenes con aspiraciones a jugar en el terreno profesional. Este colectivo sufre principalmente lesiones en el hombro, en parte porque su nivel de musculatura no está suficientemente desarrollado para grandes niveles de exigencia, y de muñeca, debido al juego a dos manos, el más habitual hoy.
También pone de manifiesto que los jugadores profesionales son un grupo con un alto índice de lesiones, debido a su elevada intensidad de entrenamiento diario y a los torneos disputados, y que es en este colectivo donde las lesiones de cadera están más extendidas, en gran medida debido a que la velocidad de la pelota ha cambiado las posiciones de golpeo, sin conceder el tiempo adecuado para preparar el golpe.
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A continuación, se desglosan las conclusiones del estudio.
Incidencia de las lesiones por categorías de jugadores
Iniciación . Aquí la intensidad de los entrenamientos es baja. Apenas existen lesiones de consideración, siendo la incidencia de lesiones mínima. Cabe destacar las lesiones musculares simples de sobrecarga en hombro, muñeca y rodilla. Es un periodo perfecto para iniciar la prevención en todas las áreas.
Jóvenes alta competición . Con una alta intensidad de entrenamientos y múltiples torneos jugados anualmente, la incidencia de lesiones es elevada comparada con la etapa de iniciación. En este grupo cuatro son las áreas importantes y significativas dado su alto porcentaje o por la importancia de las lesiones: hombro, muñeca, espalda y cadera. Dentro de las mismas cabe destacar la patología neurológica e inestabilidades en el hombro, fracturas de sobrecarga y tendinitis en la muñeca, la patología discal en la espalda y las preocupantes lesiones en aumento de la cadera. Se trata de un periodo crítico en la formación de los tenistas. El aumento del número de lesiones crece año a año.
Profesionales . En esta categoría se han analizado todas las lesiones de tenistas profesionales durante su carrera. Se trata de un grupo con alto índice de lesiones dada su elevada intensidad de entrenamiento diario y los torneos disputados. Aquí se encuentra un alto porcentaje de lesionados en todas las zonas analizadas en el estudio, destacando las lesiones de SLAP en el hombro, el aumento de la epitrocleitis en el codo, o los impingement de muñeca. Se trata del tramo donde todas las lesiones de cadera están instauradas y tienen un mayor riesgo de aparición. Cabe destacar el elevado índice de lesiones musculares que sufren los profesionales.
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Veteranos . Aquí se ven unos índices elevados de lesiones debido a la edad de los participantes y los años acumulados haciendo deporte. La patología en veteranos es muy florida y no ha variado con respecto a otras épocas. Son principalmente lesiones degenerativas a nivel tendinoso y articular. El hombro, el codo y rodilla son las que presentan mayor porcentaje. A destacar la incidencia del codo de tenista y la tennis leg como patologías específicas. Otro detalle importante es la incidencia de lesiones de cadera (lesiones degenerativas y artrosis en este caso) casi iguales en porcentajes obtenidos a las de jóvenes y profesionales, lo que indica que el futuro aumentarán de forma notable.
Lesiones por zonas analizadas
Hombro . Las lesiones en el hombro han aumentado de forma evidente, irrumpiendo además peligrosamente en los jugadores jóvenes. Las causas para este aumento hay que buscarlas en una combinación biomecánica y una forma de entender el golpe del servicio poco adecuada. Por una parte, la musculatura en los más jóvenes aún no está desarrollada para grandes niveles de exigencia. Además, el concepto actual de destruir por encima de construir con el servicio incita a que la técnica y las direcciones en el saque estén por detrás de la fuerza y la potencia. Si a esta combinación ya exigente de por sí, unimos el elevado número de repeticiones en práctica y competición, se explica el porqué de este aumento. Ni tan siquiera la mejora en los nuevos materiales de la raqueta alivia de este problema. Existen nuevas patologías como la inestabilidad en el hombro, conocidas como SLAP (Superior Labrum Anterior to Posterior), que son lesiones agudas del labrum producidas básicamente por el servicio. También las estadísticas muestran el incremento desde jóvenes a profesionales de patologías neurológicas: las del nervio supraescapular y las del nervio Charles Bell. Asimismo, son frecuentes las tendinitis en los manguitos rotadores. La mayor laxitud articular en las mujeres hace que las jugadoras tengan mayor tendencia a los problemas de inestabilidad.
Codo . Pese a la evolución en los materiales de las raquetas, las estadísticas indican un aumento en las lesiones del codo. Las famosas epicondilitis (codo de tenista) apenas existen en el circuito profesional, pero si han aumentado las epitrocleitis, lesión más típica del golf. También se detecta un aumento en las entesopatias (inserciones en tendones) por sobrecarga y de lesiones condrales, dado el aumento importante de trabajo. Una nueva patología se ha presentado en los últimos años por el efecto del valgo sobre todo en chicas jóvenes, síndrome de tabique, compresión del nervio cubital en el borde interno del codo y asociada totalmente al servicio. El estudio marca una diferencia entre chicos y chicas, especialmente porque la mayor laxitud de las chicas favorece una mayor inestabilidad en el compartimento interno.
Muñeca . El estudio muestra un aumento en estas lesiones. Como ya se venía constatando desde hace años, el juego a dos manos que ahora es prácticamente una constante tiene una relación directa con estas lesiones por el papel mayor que adquiere la mano no dominante en las direcciones de golpeo, por lo que ahora hay dos muñecas a controlar. La mayor laxitud de las mujeres hace que el índice del problema sea mayor en ellas. También hay un motivo técnico que incide poderosamente en esta lesión, mucho más propensa en jugadores con golpeo liftado. Las patologías detectadas principalmente en el estudio son el impingement cubito carpiano, que puede estar o no asociado a lesiones condrales y al ligamento triangular, y las lesiones del cubital posterior, así como los quistes de muñeca.
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Espalda . Las lesiones de espalda están más controladas aunque las estadísticas indican que también aumentan. Las lesiones en la espalda se han de analizar, tratar y prevenir desde un concepto global atendiendo a toda la columna. Las patologías de espalda con mayor frecuencia son las que afectan a la región lumbar y hay que ver que se trata de un problema generado por varios factores. Uno de ellos es la variación del juego del tenis en los movimientos de rotación a que ahora se obliga a la cadera. Indirectamente, la espalda se convierte en el espejo final de los problemas de la velocidad, originados por bruscos componentes de rotación, de hiperflexión e hiperextensión. Las lesiones más importantes se centran en la parte baja de la columna vertebral (L4, L5 y S1), que es la más afectada en sus articulaciones, aumentando el síndrome facetario, la patología discal y la degeneración discal. También hay muchos jugadores con patologías cervicales provocadas por el servicio, las conocidas contracturas (torticolis) de repetición suelen esconder un problema de base discal en esta región y que a veces comienzan en edades juveniles.
Cadera . Junto con las lesiones de hombro y espalda, el aumento de las lesiones de cadera conforma la triada de alto riesgo en el tenis actual. Son las que más han crecido estadísticamente y las que comprometen de forma más evidente el futuro de los tenistas. La velocidad de la pelota en nuestros días ha cambiado las posiciones de golpeo de forma brusca, sin el tiempo adecuado para preparar el golpe como sería lo mejor en una técnica correcta. Este problema se agudiza aún más con la casi absoluta implementación del golpe de revés a dos manos, golpe que implica que la pierna dominante en el momento del impacto fuerce aún más el sufrimiento de la cadera. Las lesiones más frecuentes son el impingement de cadera, las lesiones del labrum y las entesopatías en el psoas.
Rodilla . Aunque el aumento de la práctica y de la competición en pista rápida ha generado una mayor incidencia en las lesiones de rodilla, estas no se encuentran en una problemática de extrema gravedad en el balance global del estudio. Las principales lesiones que se detectan en el estudio sobre la rodilla son tendinitis, entesopatías, lesiones meniscales, condrales y ligamentosas. En el apartado de lesiones meniscales no hay un aumento significativo.
Tobillo . El aumento de estas lesiones es lógico si se fundamenta en que el juego es más rápido, y el jugador se encuentra en posiciones más bruscas en muchos momentos del golpeo. También incide en este aumento la mayor presencia de competiciones en pistas rápidas. En las lesiones de tobillo, las más problemáticas son las lesiones ligamentosas, las tendinitis y las lesiones condrales.
Pie . Las lesiones en el pie no constituyen uno de los problemas más complejos en el deporte del tenis. Las lesiones más comunes son las de sobrecarga y las fracturas de sobrecarga. También se detectan fascitis plantares y metatarsalgias.
Prevención de las lesiones en el tenis
Prevención en el hombro . La prevención de las lesiones en el hombro es muy específica, fundamental, y tendría que estar aceptada como una rutina obligatoria por cumplir. El aumento de las patologías neurológicas hace trabajar la zona afectada por debajo de los 90 grados. Es básico trabajar en prevención los rotadores externos, internos, fijadores de la escapula, y el serrato. Si se analiza el problema desde la perspectiva biomecánica, en el servicio hay más rotación externa que interna, de manera especial en las mujeres, lo que provoca el impingement, y eso obliga a trabajar en la flexibilidad de la cabeza interna.
Prevención en el codo . La prevención de las lesiones de codo pasa por la realización de ejercicios para mantener la flexibilidad y la elasticidad de los grupos musculares flexores y extensores que se insertan en el codo. También es fundamental mantener un buen trofismo muscular de esos grupos.
Prevención en la muñeca . A diferencia de otros deportes, como por ejemplo el baloncesto, donde se ven ejercicios de calentamiento de las muñecas, en el tenis no está muy extendido este requisito vital para una buena prevención. Son muy importantes los ejercicios de potenciación de todos los grupos musculares que vienen o salen de la muñeca, como rutinas de calentamiento antes de la práctica. La muñeca es indispensable y necesita movilidad articular y flexibilidad.
Prevención en la espalda . La prevención en esta zona ha adquirido una importancia vital, realizándola de una manera global desde las cervicales hasta la columna lumbar. La flexibilidad de todas las zonas junto con la protección muscular alrededor de las mismas ha hecho que las patologías de sobrecarga puedan estar más controladas. Importancia vital adquiere en la zona lumbar la flexibilidad de los isquiotibiales y psoas como el trabajo de estabilización con core e incluso el pilates especifico.
Prevención en la cadera . Es necesario que esta prevención comience en edades tempranas. En esas edades es cuando hay que trabajar e incidir en una correcta técnica de golpeo y en una afinada agenda de actividad como algo fundamental que proteja de su evolución posterior.
Prevención en la rodilla . Aquí es necesario establecer rutinas de trabajo muscular en cuádriceps y los isquiotibiales, así como fundamental realizar un trabajo de propiocepción adecuada.
Prevención en el tobillo . Una premisa básica es la utilización adecuada de un calzado específico. La prevención de lesiones de tobillo se basa principalmente en un trabajo fundamental de estabilización y de propiocepción.
Prevención en el pie . Esta pasa por conceptos no muy complicados pero si imprescindibles. En primer lugar, un estudio biomecánico del pie, con la posibilidad de utilizar plantillas adecuadas en calzado es un buen seguro para frenar problemas posteriores. Los detalles como utilizar unos calcetines adecuados para evitar ampollas, las zapatillas de baño para la ducha, y un buen cuidado de las uñas son indispensables en este terreno.
Prevención en las lesiones musculares . Es necesario más que nunca concienciarse de la importancia de una buena hidratación, alimentación, estiramientos diarios y del calentamiento adecuado para prevenir este tipo de lesiones. Siempre siguiendo el lema: “Hay que ponerse en forma para jugar al tenis, no pretender coger la forma jugando al tenis”.
Factores de prevención
Control médico . Es el paso fundamental y obligatorio para una buena prevención en todo tipo de edades y fases de un deportista. Conocer el estado de salud y las capacidades físicas del niño que empieza a practicar tenis es vital para adecuar sus cargas de trabajo de manera que no afecten al crecimiento, y así optimizar su etapa activa. En esa primera etapa bajo control pediátrico ya se incide en informaciones sobre alimentación, condición física, estiramientos y otros conceptos. Gracias al control médico se puede prevenir, ya que se conoce el comportamiento fisiológico del deportista con especial atención al aparato cardiovascular y osteoarticular. Sería recomendable que cualquier jugador llevara un seguimiento médico en todas las etapas que le garantice su bienestar físico y la prevención de lesiones.
Alimentación . La correcta alimentación obtiene un papel clave en la búsqueda de unos hábitos saludables en la práctica deportiva.
Los 10 mandamientos:
1) Intentar hacer cinco comidas al día. Hora y media/dos horas antes de la práctica deportiva ingerir preferiblemente hidratos de carbono.
2) Dar importancia al desayuno.
3) Comer abundante fruta, verduras y cereales integrales.
4) Consumir grasas con moderación y preferentemente de origen vegetal. El aceite de oliva como abanderado.
5) No esperar a tener sed (ya es tarde). Beber 2,5 l/día antes, durante y después del ejercicio. Utilizar bebidas isotónicas con electrolitos adecuados.
6) Poner un mínimo de sal a los alimentos.
7) Comer siempre en ambiente tranquilo. Masticar bien y tomarse cada uno su tiempo.
8) Respetar el tiempo de digestión, nunca inferior a dos horas, y nunca practicar deporte en ayunas (riesgo de lipotimias, mareos o fatiga prematura).
9) Limitar el consumo de alcohol.
10) Aprender a alimentarse comiendo bien, de forma saludable y en cantidades suficientes para practicar deporte.
Control de entrenamiento . Para todos aquellos jugadores que compiten regularmente, sea cual sea su edad, las horas de práctica en los entrenamientos superan a las de los encuentros en torneos. Es en los entrenamientos donde se debe aplicar el jugador en mejorar la técnica, algo fundamental en edades tempranas, pues es fuente de problemas a la larga por la naturaleza repetitiva del golpeo en el tenis. Además de la técnica, es obligado también adecuar las horas a las condiciones físicas del jugador, primando la calidad a la cantidad.
Control de la preparación física . La preparación física requiere un cambio general de orientación, y debe basarse, en la mayor medida posible, en ejercicios sin impacto. El apoyo de otros deportes (natación, bicicleta) y la evolución en las máquinas que permiten trabajar sin impacto son una ayuda primordial para el deportista, buscando evitar descompensaciones típicas en el tenis. Hay que realizar un calentamiento de 15 a 20 minutos, rutina obligada antes del esfuerzo (carrera, libre, estiramientos y tonificación muscular).
Control de la competición . Un calendario de competición adecuado es obligado. Se compite demasiado. Por bien preparado que el tenista esté físicamente y técnicamente, en la competición es dónde el jugador se desgasta más. Se juega con presión, con mayor intensidad, y con la ansiedad que puede generar el juego del rival. Además, los esfuerzos son casi siempre diarios, y junto a un buen protocolo de recuperación tras los partidos, se debe ser consciente de ese desgaste al que también se pueden sumar el trasiego de viajes, cambios de horarios y cambios de superficie. Hay que saber escuchar al cuerpo cuando se está en competición, y saber cuándo hay que descansar para afrontar con garantías el próximo reto.
Materiales . Son fuentes de lesiones. Elegir una raqueta adecuada, usar un buen calzado, vestir con materiales adecuados y encordar a tensiones convenientes son factores clave para una buena prevención.
Raqueta . Se debe utilizar un grip adecuado en tamaño y características, de manera que, al asir la raqueta, quepa el dedo índice entre la punta de los dedos y el talón de la mano. La evolución de materiales permite jugar con raquetas que garantizan pocas vibraciones y utilizar antivibradores en el cordaje. Utilizar tensiones de cordaje acordes con el estilo de juego y capacidad física. Es conveniente no utilizar bolas muy gastadas en la práctica, y usar empuñaduras adecuadas, en especial para deportistas proclives a lesiones en codo o muñeca.
Calzado. Un buen calzado debe absorber el impacto del talón y estabilizar el pie y el tobillo. En el tenis la suela debe ser específica para la superficie de juego, siendo las más indicadas las que poseen un colchón de aire o gel. Es recomendable algo de tacón para evitar sobrecargas musculares, y que no presione el tendón de Aquiles. El contrafuerte que abraza el calcáneo debe tener cierta solidez para estabilizar el talón y prevenir torceduras de tobillo.
Vestimenta. Hay que evitar salir con la musculatura fría, especialmente en invierno. Se debe salir abrigados y quitar prendas conforme se entra en calor. Hay que utilizar prendas transpirables que favorezcan la evaporación del sudor, y prendas blancas en días de fuerte calor y exposición a los rayos del sol.