Río altera la temporada 2016
Con la temporada World Tour 2015 finiquitada, todas las noticias de ciclismo apuntan ya a la próxima: la presentación de los recorridos, el mercadeo, la planificación… Más o menos lo de todos los otoños, pero con una salvedad: 2016 es año olímpico. Allá por el 6 de agosto asoma la carrera masculina de fondo en carretera en Río de Janeiro. Una fecha que en esta olimpiada va a condicionar la campaña mucho más que en anteriores ediciones.
Para el ciclismo profesional, el oro olímpico no tiene un significado tan especial como en otros deportes. Cualquiera de las tres grandes o de los cinco monumentos aporta más prestigio al ganador que los Juegos. Sin embargo, a nadie amarga un dulce. La presentación de un recorrido muy montañoso ha puesto con ojo avizor a los tres principales líderes españoles, que ya han manifestado públicamente su interés por el trazado de Río 2016: Alberto Contador, Alejandro Valverde y Purito Rodríguez. En contraposición con el Mundial de Qatar, cuyo perfil totalmente llano sólo seduce a los velocistas.
El seleccionador, Javier Mínguez, ya ha comunicado a los potenciales olímpicos que existe un requisito innegociable para acudir a los Juegos: correr el Tour. La lógica que utiliza es que los ciclistas que compitan en Francia mantendrán aún ese buen punto de pedal trece días después. Y pone un ejemplo rotundo: la Clásica de San Sebastián, que se disputa el fin de semana siguiente a la coronación de París, es siempre dominada por corredores que vienen de la Grande Boucle.
Contador tiene fácil cumplir la condición, porque el Tour es su objetivo principal del año. Valverde ya ha revelado su intención de correr en Francia, por lo que seguramente aplazará sus ganas de debutar en el Giro para otra ocasión. Y Purito tiene igual de claro que seguirá esa hoja de ruta. Por su parte, Mikel Landa le ha manifestado también a Mínguez su voluntad de ir a Río, pero el alavés lo va a tener más complicado, porque su meta prioritaria es el Giro. Si va luego al Tour lo hará para trabajar para Chris Froome y, después de dos grandes, estará bastante saturado a mediados de agosto: ya vimos el agotamiento de Contador en el presente 2015. Por si esto fuera poco, la química entre Landa y Mínguez tampoco es la mejor.
Claramente, los Juegos perjudican este año a los ciclistas que correrán el Giro. Y con seguridad también tendrá alguna incidencia negativa en la participación de la Vuelta a España, que comienza sólo catorce días después de la carrera de fondo de Río y diez de la contrarreloj. No habrá mucho descanso para aquellos que pretendan marcarse el doble Tour-Vuelta. La lucha por el oro olímpico va a alterar más de una planificación.