El Tour de Francia ordena el caos
El recorrido del Tour de Francia 2016 que se ha presentado este martes en París apuesta indisimuladamente por la montaña, como ya hizo el año anterior, pero pone un poco de orden y coherencia a la locura del trazado que organizó en 2015.
Entonces, la única contrarreloj individual se celebró el primer día, sobre apenas 13,8 kilómetros, y luego situó otra crono por equipos en la novena jornada, a la que algunas escuadras llegaron mermadas de efectivos. A partir de ahí ya no hubo más protagonismo del reloj. En 2016 también habrá dos cronometradas, pero con un diseño diferente y con una ubicación más lógica en la segunda y la tercera semanas. Eso sí, el Tour se ha esmerado en que ninguna de las dos puedan sentenciar la carrera. Muy al estilo de la Vuelta a España: sobre todo la primera, con un kilometraje corto (37) y con un trazado sinuoso. La segunda es una cronoescalada alpina en Megève (17 km), que tampoco perjudicará a ningún escalador (más bien todo lo contrario).
La Grande Boucle lleva un par de años imitando la filosofía de Javier Guillén, aunque en este caso sin proliferación de metas en repechos. Tampoco le hace tanta falta. La Vuelta tiene que suplir con un recorrido televisivamente atractivo la posible falta de calidad en su participación. La ronda española nunca sabe, hasta última hora, quién la va a correr y quién no. Muchos años le ha salido bien, pero no es una baza segura. En el Tour, sin embargo, sí están siempre los mejores y en su mejor momento de forma. Puede hacer lo que quiera, no nos engañemos.
Entre esos 'mejores' emerge un claro favorito: Chris Froome. Si no sufre ninguna calamidad, tan propia del personaje, este recorrido se adapta mejor al africano que el anterior. Entonces estuvo a punto de borrarse, pero finalmente tomó la salida y dominó la carrera. También es un buen trazado para un Alberto Contador en plenitud y para su admirador Fabio Aru, que debutará en la ronda francesa precisamente el mismo año que el español anuncia su adiós. Sobre Nairo Quintana no me atrevo a hacer pronósticos: en condiciones normales podría liarla sobre este recorrido, pero más favorable era el trazado de 2015 y su candidatura se diluyó, entre otras razones, por el conservadurismo del equipo Movistar.