El Giro del cambio, el Giro de Landa
Mientras la temporada 2015 pega sus últimas boqueadas, el Giro de Italia presenta en Milán sus poderes para 2016: un recorrido variado y compensado, con alta y media montaña, contrarreloj, sterrato… Los amantes del ciclismo, del deporte en general, somos insaciables. Miro los perfiles y comienzo a imaginar a Mikel Landa como líder del Sky, por primera vez como jefe de filas en una gran ronda. Le veo desafiando a su actual capitán, Vincenzo Nibali. Y junto a ellos rueda también Alejandro Valverde, quien, después de cumplir su sueño de subirse al podio del Tour, por fin se ha decidido a debutar en la Corsa Rosa. Es un decir…
Landa y Valverde personalizan perfectamente la pieza que hoy quiero escribir aquí. El vasco emerge como el relevo de un brillante ciclismo español en resultados, que tiene en el murciano a uno de sus representantes más ilustres, a un campeón que se resiste a rendirse ante la pujanza de generaciones más jóvenes y vigorosas. Valverde se ha coronado número uno mundial por segunda sesión consecutiva.
Jaime Lissavetzky acuñó hace unos años esa etiqueta de ‘Edad de Oro del deporte español’. Se refería a la coincidencia en el tiempo de deportistas únicos como Rafa Nadal, Pau Gasol, Alberto Contador, Xavi Hernández, Fernando Alonso… Y de la coincidencia de éxitos mundiales en los deportes más mediáticos: fútbol, baloncesto, ciclismo, tenis, Fórmula 1… Aunque bien es cierto también que en otras disciplinas, como los deportes de la aristocracia olímpica (atletismo, natación y gimnasia), los resultados no acompañaban tanto.
La ‘Edad de Oro’ comienza a atisbar su anochecer. El fútbol sucumbió en el último Mundial, Nadal y Alonso no levantan cabeza en 2015… El baloncesto también sufrió su decepción mundialista, aunque ahora ha tenido un genial repunte con el oro europeo. Los rockeros se resisten a morir. ¿Y el ciclismo? Pues el ciclismo español sigue en lo más alto. Ha copado las clasificaciones del World Tour (individual, equipos y países) por tercer año consecutivo, ha ganado el Giro (Contador), ha subido al podio de las tres grandes (Landa, Valverde y Purito), ha ganado clásicas (Lieja y Flecha Valona, con Valverde)… El grifo de la gloria sigue abierto.
El problema son los años. Una realidad aplastante para la humanidad. A todos nos pesan. Y con los deportistas tampoco hay piedad. Contador ya ha anunciado que la próxima temporada será la última “si no ocurre nada imprevisible”. A Valverde y Purito les sigue yendo la marcha, pero ya tienen 35 y 36 años. Samuel Sánchez ya está en otra fase deportiva: más gregario que gallo. Y Freire, Sastre, Flecha, Astarloa o Pereiro viven gozosamente sus retiros.
Por eso, la eclosión de Mikel Landa en 2015 ha sido un desahogo. Y por eso también miro al Giro 2016 con la esperanza de que se produzca un cambio de guardia. Después de la última edición de la Corsa Rosa, José Luis de Santos me decía: “El ciclista español es diferente, siempre madura más tarde”. Quiero agarrarme a esa frase y pensar que hay relevo. Que detrás de la Edad de Oro habrá un Landa y que detrás de Landa habrá más Landas. Los veteranos aún inspirarán bellas páginas… Pero a cada pedalada irán avanzando de la realidad a un legendario pasado. Inolvidable, eso sí.