New England Patriots 45 – Indianapolis Colts 7
Blount también sabe ponerse en ‘modo bestia’
Después de las taquicardias vividas en la montaña rusa del Seahawks-Packers, necesitábamos un tranquilo paseo por el estanque, en el que poder tirarle barquillos a los patitos y disfrutar del paisaje sin sobresaltos. Patriots y Colts nos regalaron ese apacible paseo, mientras Blount aplanaba a la defensa por tierra y Brady lanzaba pases de touchdown a los jugadores de su línea ofensiva. Una broma.
Los Colts parecían crecidos después de dos partidos de postemporada en los que todo les había funcionado bien. Es más, daba la sensación de que todos sus problemas se estaban solucionando por arte de magia. La línea ofensiva aportaba más protección, tiempo y tranquilidad a Luck que en todo el resto del año; Herron era un corredor fiable y polivalente; la defensa por tierra era sólida; la secundaria había prejubilado a Peyton Manning y desactivado a todos los temibles receptores de los Broncos... Por encima de todo, Luck dirigía la orquesta como un francotirador letal.
Los Patriots no se impresionaron por tal pedigrí y desnudaron a los Colts desde el minuto uno. Muy pronto nos convencieron de que todo era fachada y maquillaje. La línea ofensiva ya no se levantaba imponente delante de Luck, Herron parecía un niño jugando ente hombres, la secundaria no sabía por dónde venían las avispas que picaban una y otra vez, y LeGarrette Blount les hacía un roto por el centro al grito de ¡¡¡yabadabadúúúúúú!!!, mientras todos los bolos saltaban por los aires. Blount sumó tres touchdowns y casi 150 yardas.
Y eso que Gronkowski solo apareció en toda la primera mitad para ver desde primera fila como Brady lanzaba su única intercepción. Diminuto punto negro para un quarterback que en estos playoffs nos está recordando al de los mejores tiempos.
Los Patriots tuvieron la última posesión de la primera mitad y llegaron a ella ganando 14-7. Se habían adelantado rápidamente con touchdowns de Blount y Develin, pero la intercepción a Brady transformó un 21-0 que ya parecía inevitable, en un 14-7 tras la única serie ofensiva mencionable de los Colts en todo el partido. Una vez más, el error encorajinó a Brady que ya nunca levantó el pie. En esa última posesión, los locales estaban empeñados en dar la puntilla al partido. Un touchdown les volvería a poner dos anotaciones por delante con posesión tras el descanso. Belichick siempre intenta romper los partidos con la misma cuenta de la vieja. Esta vez, el plan no salió perfecto. Los catorce puntos previstos se quedaron en diez. Field goal antes del descanso y touchdown tras la reanudación. Y no un touchdown cualquiera, que McDaniels, el coordinador ofensivo de los Pats, siguió con los experimentos iniciados contra los Ravens la semana pasada, y el lanzamiento de Brady fue dirigido a Solder, un tackle ofensivo. ¿Serán las líneas ofensivas de cuatro la nueva moda de la NFL?
Todavía llegaron tres touchdowns más. Uno de Gronkowski y dos de carrera de Blount, que se sumaba al de la primera parte. Pero la sucesión fue un poco como los nacimientos en las familias numerosas. Los más cercanos se acuerdan de los nombres de cada uno, pero al resto terminan por parecerles todos iguales. Una sucesión interminable de churumbeles, o de touchdowns que se mezclan en la memoria.
Luck nunca fue un factor. No tenía tiempo para lanzar y, las pocas veces que lo conseguía, sus receptores eran incapaces de controlar la pelota. Además, la lluvia copiosa que no dejó de caer en todo el partido no le ayudaba. Milton se fue de vacaciones tras una sola recepción, eso sí, de 36 yardas. Ningún otro receptor fue un factor. Cuando el quarterback lo vio todo perdido, se lió la manta a la cabeza para lanzar dos intercepciones, y en los minutos finales ni siquiera intentó luchar. Dejó que sus corredores dejaran pasar el tiempo. Los titulares de los Pats ya se habían ido antes a celebrar el triunfo en la banda.
Iba a decir que el último cuarto sobró. En realidad, el touchdown de Solder, tras la reanudación, puso el punto final a un partido en el que los Colts parecieron mucho menos de lo que habían sido en las dos últimas semanas, y los Patriots se impusieron sin sobresaltos, muy superiores en todas las facetas del juego.
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