Si hace una semana escribía en este mismo blog que ‘El Giro aún no engancha’, la cosa no ha mejorado demasiado seis etapas después. Ha cambiado el escenario y la maglia rosa, pero el espectáculo sigue siendo el gran déficit de esta edición. Ahora sabemos que el colombiano Rigoberto Urán es el gran rival a batir, después de su estratosférica contrarreloj. Y también intuimos que quien más daño puede hacerle no es Cadel Evans, sino otro escarabajo, Nairo Quintana, que sin tirar cohetes ya le ha reducido 49 segundos en dos llegadas en alto. Junto al líder del Movistar, dos italianos deberían ser aliados e incluso árbitros en este duelo entre los dos sudamericanos: Domenico Pozzovivo y, sobre todo, el emergente Fabio Aru.