El Atleti arranca hojas del calendario
Pasó el partido de Getafe y el Atlético sigue ahí, revalidando su condición de líder. Ganó en su ley, apretando en todas partes y no dejando escapar un balón. Tan es así esto último que el segundo gol vino a cambio de un susto tremendo, porque Diego Costa fue al remate con tal ímpetu que no pudo evitar el choque brutal con el palo. El gol pudo costar caro, y de hecho las imágenes de su retirada dejaron los ánimos en suspenso. Hasta creímos que nos habíamos quedado sin delantero centro para el Mundial. Pero parece que todo queda en una brecha y una fortísima contusión. Parará unos días.
El caso es que el Atlético arrancó otra hoja del calendario. Le quedan cinco: Elche en casa, Valencia y Levante fuera, Málaga en casa y finalmente, el Camp Nou. Contando con que el Madrid gane todo de aquí al final (yo doy eso por el pronóstico más razonable), el Atlético podría permitirse un pinchazo, pero sólo uno. Con el segundo (y dan igual derrotas que empates) le adelantaría el Madrid. La perspectiva del último partido en el Camp Nou es equívoca, porque si el Barça está para entonces descartado no es de esperar que le haga gran oposición. Partido a partido el Atlético va llegando a puerto.
Al que veo sin fuelle es al Barça, mal recibido en El Prat. Ha perdido el ángel, a Martino se le ve confuso y harto, y ya empiezan a salir las cuentas de lo que ha hecho y no ha hecho Zubizarreta, que en realidad no ha hecho nada provechoso. El Barça se ha ido deteriorando como una vieja mansión que nadie cuida, a la que de repente han comprado lo que menos necesitaba, un piano de cola de máximo lujo, marca Neymar. Nadie duda a estas alturas de que esto ya no es ‘aquel’ Barça que vimos hace muy poco. Quizá le quede una última arrancada en la final de Copa, pero necesita una gran transformación.