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Luces y sombras en los cambios de reglamento de 2014

Mariano Tovar

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Se preveía que en la reunión anual de propietarios no iba a ser aprobado prácticamente ningún cambio en el reglamento. Sin embargo, los dueños de los equipos nos han sorprendido y sí que han aceptado más propuestas de las esperadas. Y sorprendentemente, algunas de ellas son incluso acertadas. Pero no lancemos las campanas al vuelo que, inevitablemente, han dado algunos patinazos y se han vuelto a confirmar como señores muy aburridos, y bastante alejados de la realidad del común de los mortales.

Ya antes de la reunión se anunció que han pedido a los árbitros que a partir de ahora sean más rigurosos en la aplicación de la regla que impide a un jugador amenazar o insultar a un rival (o compañero, que de todo hay en la viña del Señor). Sobre todo se ha hecho hincapié en la vigilancia de los insultos raciales y xenófobos. Pero en realidad éste no es un cambio de regla, sino una profundización en la aplicación de los castigos por conducta antideportiva. Nada que objetar.

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También se daba por hecho la aprobación de un sistema centralizado que seleccionará las mejores imágenes y prestará asistencia a través de los auriculares a los árbitros principales cuando estén revisando una jugada en vídeo. Lo que no ha quedado claro es el último punto, que dice que la decisión final sobre la jugada seguirá siendo del árbitro. Sobre todo porque Dean Blandino, vicepresidente de arbitraje de la NFL, ha dicho que el árbitro tendrá la última palabra, pero que no le dejarán equivocarse. Algo así como “machote, tienes que cambiar la decisión por esto, por esto y por esto. Eres libre para decir lo contrario, pero sabemos que harás lo correcto”. Como veis, el árbitro principal sigue siendo el juez último por los coj… Y que conste que estoy completamente de acuerdo con éste cambio de regla y con que aten más en corto a los árbitros en las revisiones, que hasta ahora era un cante ver cómo se empecinaban en decisiones manifiestamente incorrectas y, encima, uno o dos días después tenía que salir la NFL para defenderlas con argumentos peregrinos que solo provocaban más confusión de cara al futuro.

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Otra regla de sentido común, propuesta por los Patriots, ha sido alargar los palos de las porterías un metro y medio hacia arriba. El motivo de este cambio es que cada vez vemos más field goals en los que el balón vuela muy alto y los árbitros son incapaces de saber si la pelota ha pasado por dentro o por fuera. De hecho, en la temporada 2013 hubo un par de casos en los que la decisión fue equivocada y decisiva para el resultado final. Tal vez los cinco pies puedan quedar un poco cortos en algunos casos, pero el cambio era necesario y será bueno.

Belichick no ha tenido tanta suerte con algunas otras propuestas. Lo de que todas las jugadas puedan ser revisadas ya parecía un exceso que rozaba la gula, y que además podía convertir la NFL en un deporte inviable con una sucesión interminable de revisiones. Será necesaria una profunda evolución, más técnica e informática que reglamentaria, para que algo así pueda llegar a ser posible. La otra propuesta estrella del entrenador de los Patriots sí que era más lógica y ha dado lugar a uno de los chascarrillos más comentados en las últimas horas. La idea consistía en poner más cámaras en la end zone para facilitar las revisiones y asegurar que siempre haya una toma que ayude a decidir. Uno de los propietarios afirmó que esa propuesta iba a ser descartada por ser muy cara. ¡Muy cara! Belichick no lo pudo evitar responder con ironía en una entrevista posterior que si el problema era económico, la solución podría pasar por poner un mercadillo en el exterior de los estadios para ayudar a sufragar los gastos.

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Para que os hagáis una idea, la NFL ha ganado en 2013 la friolera de 9.300 millones de dólares (9,3 billones en contabilidad estadounidense). Esa cifra es similar a las ganancias de MLB, NBA y NHL juntas en el mismo periodo de tiempo. Belichick insistía en que en los estadios hay cientos de cámaras vigilando casi cualquier esquina, que si a alguien se le cae una cerveza al suelo, el suceso queda registrado inevitablemente, pero que a los propietarios les parece caro invertir un poco más en el sistema de repeticiones. Después del revuelo montado, los dueños han terminado por posponer la decisión hasta saber la opinión de las televisiones que tienen los derechos, así que es posible que termine siendo aprobada.

Hay algunas reglas más que han quedado en suspenso y sobre las que habrá una decisión final antes del inicio de la pretemporada. Entre ellas está la ampliación de la escuadra de prácticas de ocho a diez jugadores, o que en los partidos de los jueves los rosters sean de 49 jugadores y no de 46. También se han pospuesto los extra points desde la yarda 25, que por ahora solo serán ensayados en las dos primeras jornadas de pretemporada.

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Como veis, después de muchos años en los que la máxima prioridad había sido limitar el contacto, ahora casi todas las decisiones se han centrado en mejorar el arbitraje y reducir al máximo los errores y los fallos de apreciación.

Pero para mí, la norma estrella que se ha aprobado es la famosa ‘NaVorro Bowman Rule’. Ya comenté en el podcast de esta semana que en mi opinión era la propuesta más importante y que sería una pena que se desechara. A partir de ahora, los balones sueltos podrán ser revisados, sin importar si los árbitros habían dado por finalizada la jugada. Esta decisión tiene más trascendencia de lo que parece y abre la puerta a una evolución futura de un reglamento que hasta el momento impedía revisar cualquier jugada que hubiera quedado detenida por decisión arbitral.


Me explico. No es complicado revisar si un receptor ha pisado con los dos pies en el campo después de una recepción. En ese caso, la jugada siempre termina después de la recepción (sea completa o no) y no hay que preocuparse de lo sucedido posteriormente. Sin embargo, en un balón perdido tras un fumble, o en un cambio de posesión dudoso, la revisión se convertía en imposible porque en la mayor parte de los casos los árbitros habían dado la jugada por concluida, por lo que lo sucedido a partir de ese momento no tiene valor en el juego. Por eso tengo gran curiosidad en saber cómo se va a aplicar esa regla. Si no se aclara muy bien, puede tener el efecto contrario, y aumentar el desconcierto y los enfados, pero si se encuentra una solución para el problema del juego detenido, quedará abierta la puerta a que se empiecen a revisar más jugadas con el mismo hándicap.

Otro de los cambios que han sido aprobados es que el reloj deje de detenerse después de un sack. Hasta el momento solo seguía contando en los últimos dos minutos de cada mitad, pero a partir de ahora se extenderá la norma a todo el partido. También se amplían las limitaciones en bloqueos. Los jugadores no podrán rodar sobre si mismos hacia la parte posterior de las piernas de un rival.

Para acabar, me parece un error que se haya decidido penalizar las celebraciones que consistían en pasar el balón por encima del larguero de las porterías, un gesto que hizo famoso Tony Gonzalez entre otros y que se ha convertido en una seña de identidad de Jimmy Graham, para el que esta offseason se ha transformado en pesadilla. El jugador ya ha anunciado en su cuenta de twitter que si este año anota muchos touchdowns va a terminar arruinado.


LA NFL no se ha centrado en ese gesto de ‘matar’ el balón sobre la portería, sino que directamente ha prohibido cualquier celebración en la que se use la pelota. Así que, a partir de ahora, los jugadores tendrán que preocuparse de tener la posesión suficiente dentro de la end zone, pero de soltar el cuero cuanto antes, no sea que un árbitro decida que se ha empleado como parte de la celebración. ¡Qué chorrada!

Los propietarios, señores muy mayores y con una mentalidad bastante conservadora en su mayoría, llevan años muy enfadados por que la gente se divierta y celebre cada anotación con alegría. Y sobre todo les enfada que se lo pasen bien los jugadores. ¡Qué narices, son obreros a su servicio y en horas de oficina lo que hay que hacer es trabajar a destajo! Así que llevan desde finales de los años ’90 prohibiendo sucesivamente cada una de las celebraciones que se ponen de moda. Empezaron cargándose el saludo militar de los Broncos de Elway, y desde entonces no han parado de vetar cada muestra de alegría. Han terminado por creerse de forma literal que la NFL es una partida de ajedrez sobre un emparrillado, y parecen empeñados en conseguir que los jugadores se comporten como figuras inmutables y la victoria se limite a un apretón de manos… como mucho.

Por suerte, los jugadores tienen imaginación suficiente para encontrar recovecos tras cada una de esas decisiones sumarias absurdas. Estoy seguro de que Graham ya está pensando la manera de segur celebrando sus touchdowns en la portería aunque no pueda usar el balón. Los propietarios, pesadísimos como siempre, levantarán la mirada y dejarán de contar billetes por un rato para impedir una vez más el gesto de alegría de turno que tanto les molesta. Estos señores cada día viven más alejados del gusto del común de los mortales y alguien se lo debería decir. ¿No, señor Goodell?

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl