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Otro cañonazo de Chris Froome

Pedaladas

Vamos a hablar de ciclismo, pedalada a pedalada. De sus gestas y de sus miserias. Desde mi experiencia como periodista en treinta grandes vueltas y en otras múltiples batallas...

Autor: Juan Gutiérrez

Otro cañonazo de Chris Froome

En un mano a mano, Chris Froome es invencible. El líder del Tour volvió a demostrarlo en el Mont Ventoux, como ya había hecho en la primera llegada en alto al Ax 3 Domaines. El británico de origen keniano logró la victoria en una de las cimas más míticas de la Grande Boucle y consolida así su maillot amarillo a falta de la dura última semana. Nairo Quintana, muy valiente en la subida, se clasificó segundo a 29”. Mikel Nieve, primer español, cruzó tercero a 1:23. Y Alberto Contador, sexto, se dejó 1:40 en el 'Gigante de Provenza' y se mantiene tercero en la general, ahora a 4:25.

Quintana prendió la mecha a 12,5 kilómetros. Froome había declarado con anterioridad que no iba a dejar ni un metro de ventaja al colombiano, pero no cumplió su palabra. La incógnita estaba abierta, aunque tardó poco en despejarse. El africano, bien arropado esta vez por Kennaugh y Porte, no iba a cebarse con una rueda tan peligrosa como la del ciclista del Movistar. A 10,5 km, Nairo enlazó con Nieve, que había salido del pelotón un poco antes, y ambos intentaron abrir camino. Pero el Sky no estaba por la labor…

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Kennaugh marcó el ritmo de los gallos hasta que faltaban 9,2 km. Entonces tomó la cabeza la apisonadora Richie Porte y, al igual que ocurrió en la primera etapa de los Pirineos, reventó el grupo en pedazos. En primera instancia solo resistió Contador, que aguantó como buenamente pudo hasta que Froome tomó la responsabilidad en primera persona. Ataque del líder y “au revoir, Alberto”. El maillot amarillo voló en el Monte Pelado.

Froome llegó a la altura de Quintana y durante unos kilómetros formaron pareja frente a Contador y Nieve, quien accedió a echarle una mano al madrileño… Ya se lo cobrará, suponemos. Hubo un momento en el que Nairo entró al relevo, parecía que había acuerdo. Pero no. El colombiano reventó, flojeaba cada vez más, se quedó vacío. Y el keniano se lanzó solo a por la victoria. Detrás también se descolgaba Contador, que llegó sexto, a rueda de Kreuziger. Su 'amigo' Nieve ya había entrado en tercera posición, justo por delante de Purito, que había dado un arreón final.

Lance Armstrong, desde la distancia, había instado a Froome a través de Twitter que no regalara nada en el Mont Ventoux. Paradójicamente, el texano sí regaló esta etapa en el año 2000 a Marco Pantani, lo que le valió su enemistad eterna con el 'Pirata' por alardear después de su detalle. Quizá por eso, Armstrong se arrepintió de tan preciado presente… Aunque, sinceramente, lo que diga a estas alturas Lance sirve de poca referencia. Froome no regaló nada, entre otras cosas, porque Quintana estaba extenuado y fue incapaz de seguir su rueda.



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Antes del Mont Ventoux, esta 15ª etapa, la más larga de este Tour (242 km), había deparado la típica fuga, que no se formó hasta el km 35. Allí se metieron dos españoles, Irizar (RadioShack) y Losada (Katusha), junto a Fédrigo y Roy (FDJ), Riblon (Ag2R), Chavanel (Omega), Impey (Orica), Poels (Vacansoleil), El Fares (Sojasun) y Sagan (Cannondale). Este último logró su objetivo de consolidar su maillot verde, que ya tiene virtualmente ganado, y despidió su presencia en la fuga, ya a pie del puerto, con un caballito sobre la bici. Puro Sagan.


Rolland (Europcar) también intentó entrar en la escapada junto a Burghardt (BMC), pero finalmente no pudo enlazar. El equipo francés se lo tomó a mal y, como reprimenda, decidió tirar del pelotón para que la aventura no abriera hueco. El relevo del Europcar lo cogió luego el Movistar, que revelaba así sus intenciones de preparar la etapa para Valverde o Quintana y no deseaba que la fuga abriera brecha. En un recorrido así, una aventura de esta índole puede terminar victoriosa si se le suelta demasiado carrete: en el palmarés está el ejemplo de Juanma Gárate en 2009. No fue el caso. Los fugados iniciaron la ascensión a menos de dos minutos. Eran carne de cañón… Del cañonazo del Sky.

(Mi crónica de la 15ª etapa del Tour con final en el Mont Ventoux)