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La madera de Beñat Intxausti

Recientemente recordaba en este mismo blog, no sin cierta alarma, que todos los gallos españoles están ya en la treintena (Contador, Purito, Valverde, Samuel, Dani Moreno, Antón...). También chequeé los ciclistas ganadores (o potencialmente ganadores) del pelotón internacional nacidos entre 1985 y 1990, y en mis cábalas sólo me salió mencionar a un español: Ion Izagirre (1989). Pensé en añadir también a Beñat Intxausti (2 de marzo de 1986), porque su calidad es sobradamente conocida, pero me dije: "De eternas promesas están las carreteras llenas". 

Intxausti sólo tiene dos victorias, ambas en Asturias (la general y una etapa), más un top-ten en grandes rondas (10º en la Vuelta 2012). Unas credenciales insuficientes para cargarle con la responsabilidad del ciclismo español de golpe y porrazo, por mucho que mi querida compañera Teresa Olano, que de esto sabe bastante, me dijera un día sí, y otro también, que el vizcaíno tiene madera de gran campeón. Y lo mejor de todo es que seguramente va a llevar razón...

Intxausti

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Había que esperar, por ejemplo, a verle enfundado en rosa, como ha ocurrido este viernes. Y no sólo por la prenda en sí, sino porque allá donde Nibali patinó o Wiggins se descolgó, Intxausti se mantuvo en pie y con la cabeza erguida. Aun así, yo animaría a la cautela, porque en el Giro todavía falta un mundo: para empezar, este mismo sábado, una crono de 55 kilómetros, una distancia sobre la que el vasco no ha competido nunca en solitario. Aunque no es mal contrarrelojista, lo normal es que Intxausti pierda la maglia ahí. Y quizá hasta sea lo mejor para descargarse de presiones innecesarias. Si ha de recuperarla, todavía hay tiempo y terreno por delante.

En cualquier caso, lo que parece indudable es que el vasco proyecta ese 'algo' que distingue a una potencial figura de un buen profesional. Y es evidente que la mayoría de aficionados al ciclismo se han alegrado hoy de verle subido a los altares. Primero, por lo que supone de confirmación. Y segundo, y por encima de todo, porque a nadie se nos puede olvidar que Beñat Intxausti Elorriaga era la persona que acompañaba a Xavi Tondo en Sierra Nevada aquel maldito 23 de mayo de 2011.