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La pesca del ‘Tiburón’

No ha ganado un español, vale… Siempre llena más el triunfo de alguien cercano que el de un kazajo. Por supuesto, hubiéramos preferido a Purito Rodríguez, que aspiraba al doblete de las Ardenas; o a Samuel Sánchez, que ha acabado como el mejor español en la séptima plaza; o a Alejandro Valverde, que aspiraba a su tercera victoria en La Decana… Pero ha vencido un kazajo: Maxim Iglinskiy. Y, pese a ello, hemos vibrado de lo lindo con el desenlace de la Lieja-Bastoña-Lieja.  

Y hemos vibrado porque hemos vivido dosis de valentía y de emoción, dos ingredientes imprescindibles para el buen ciclismo. La valentía la puso Vicenzo Nibali, que atacó en la penúltima cota, La Roche aux Faucons, a 20 kilómetros del final. Primero hizo una criba y luego se marchó en solitario en el descenso. Y de la emoción se encargó Maxim Iglinskiy cuando decidió lanzarse a la pesca del ‘Tiburón’. El italiano llegó a tener 40 segundos de ventaja y ya todos le veíamos vencedor, pero se vino abajo a la par que el kazajo se creció hasta engullirle a poco menos de un kilómetro de la meta.

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Iglinskiy, que el pasado miércoles cumplió 31 años, logró así la mejor victoria de su palmarés, en el que destaca otra prestigiosa clásica, la Strade Bianche de 2010, donde este año ha sido segundo. Nibali, que ya subió al podio de la Milán-San Remo (tercero), entró a 21 segundos, completamente vacío, pero con su imagen de ciclista multiplicada por diez. Y para rematar el festival kazajo, el Astaná también ocupó la tercera posición con el italiano Enrico Gasparotto, vencedor una semana antes de la Amstel Gold Race, que impuso su velocidad en el grupo perseguidor.

Habían pasado 6 horas y 43 minutos desde que la Lieja arrancara en su kilómetro 0, donde no llegó Igor Antón porque se cayó en la neutralizada y se rompió la clavícula izquierda… No tiene suerte el vizcaíno, uno de los pupas del pelotón.

La Lieja-Bastoña-Lieja pone así el cierre a las clásicas de primavera. El ciclismo entra ahora en una nueva fase. El martes comienza el Tour de Romandía, última ronda por etapas de relieve antes de que el 5 de mayo arranque la primera grande: el Giro de Italia.