Los 8,10 metros saltados por Luis Felipe Méliz en la calificación de longitud me habían hecho albergar esperanzas de medallas, pero nuestro gozo se quedó en un pozo. El saltador enlazó ¡cinco saltos nulos! y en el último llegó sólo a 7,50 metros. Con esa actuación era lógico que quedara el último en una competición en la que, de haber repetido los 8,10 metros, se hubiera clasificado cuarto, pero en la que, al menos, hubiera luchado por medalla. Una pena.
En 1.500 metros no se podía pedir mucho más a Juan Francisco Abad y a Isabel Macías. Competían con las peores marcas y quedaron al final del grupo. Nada que objetar. Tanto en una distancia como en otra faltaban los mejores españoles (Manolo Olmedo, Arturo Casado, Juan Carlos Higuero, Natalia Rodríguez, Nuria Fernández…) por uno u otro motivo.
Sí actuó bien, muy bien, Ruth Beitia. Sólo un nulo en su primer intento en 1,95 metros, que luego superó a la segunda, le impidió subir al podio, porque las tres subcampeonas (la rusa Antonietta di Martino, la rusa Anna Chicherova y la sueca Ebba Jungmark) hicieron exactamente el mismo concurso que Ruth… con la diferencia de ese fallo, que ellas no tuvieron. Una lástima. El reglamento es el reglamento, pero lo cierto es que, a pesar de la sexta posición de la cántabra, sólo la estadounidense Chaunté Lowe saltó más que ella.
"Había una fina línea entre la plata y la sexta posición y la he roto con el nulo en 1,95, que ha sido una faena”, dijo Ruth al terminar la competición. Se viene contenta de Estambul y con ánimos renovados para los Juegos Olímpicos. Una sorpresa, al menos para mí, que no venciese Chicherova, a la que yo veía como muy superior y con claras posibilidades de batir el récord mundial. Pero las competiciones son así.
Hoy corren Jackson Quiñónez en las vallas y los chicos del 4x400 metros. Jackson tendrá complicado acceder a la final y los relevistas ya están en ella, pero con la peor marca de los equipos. Es decir, que nos vamos a quedar sin medallas. Una mala noticia en estos tiempos que corren, tan duros en todos los sentidos. España sólo se ha venido de vacío en dos ocasiones: París 1997 y Budapest 2004.
Y dejo para el final el récord mundial de Ashton Eaton, impresionante en heptatlón. Es un atleta que vive en Eugene (Oregón), uno de los centros del poder estadounidense en atletismo. Tiene una gran calidad en Estambul ha sido capaz de saltar 5,20 metros en pértiga, por ejemplo, y nada menos que 8,16 en salto de longitud, registro con el que hubiera sido cuarto en la prueba individual de estos mismos Campeonatos. Hizo marca personal en esta especialidad, lo mismo que en peso (14,56 metros).
Su récord anterior estaba en 6.568 puntos desde el año pasado, en Tallin. Ahora, el subcampeón mundial en el decatlón de Daegu, tiene las tres mejores marcas de la historia, porque en Fayetteville, en 2010, sumó 6.499 puntos. Es un portento, desde luego.
Y hoy salta Yelena Isinbayeva, la zarina de la pértiga, en lo que se supone que va a ser su regreso a un título internacional. Veamos con qué nos deleita la rusa.
Os recomiendo que entréis en http://deporcuba.wordpress.com/2012/03/11/la-primera-campeona-britanica/ Un comentario muy jugoso sobre Aldama hecho desde Cuba, el país en el que nació y en el que se formó.