Cinco puertos de la provincia de Ávila para amantes de la bici
Paisajes espectaculares, poco tráfico y subidas largas y sostenidas son la nota dominante de esta zona de Castilla y León, un paraíso para el cicloturista
Por alguna razón que desconozco y que desde luego me convierte en culpable absoluto de todos los improperios que me queráis lanzar, me he dado cuenta de que todavía no os he hablado en este espacio cicloturista -y si lo he hecho, sin duda ha sido de modo demasiado fugaz- de una provincia que lo tiene absolutamente todo para ser un destino de referencia para masoquistas de la bici.
Me refiero concretamente a Ávila, que es sin duda una maravilla. Y, personalmente, es una de las últimas provincias de España que recorrí en los años que pasé siguiendo carreras ciclistas por todo el país. Fue en una Vuelta a Castilla y León que, además, terminaba en la capital. Y os reconozco que, después de haber visto tantas veces la llegada de LaVuelta a la ciudad amurallada, no pensé que cuando la viese en directo me sorprendería tanto. Aquel día se hizo una especie de bucle por Navalmoral de la Sierra subiendo dos veces el puerto del mismo nombre.
La idea de este artículo surgió hace unos días mientras ‘bicheaba’ el recorrido de la Vuelta a España 2021. Me llamó la atención la etapa de El Barraco, pueblo que lleva la palabra ciclismo casi por apellido. Y la jornada se las trae. Por eso os dejo por aquí cinco puertos que no deberíais perderos de la provincia. Los he seleccionado por razones físicas e históricas, y no significa que no haya otros bonitos o que merezcan ser recorridos. Pero, a mi parecer, éstos hay que subirlos alguna vez sí o sí.
Alto de Serranillos. 16,2 kms al 5,1%. Pronto van a hacer 40 años de aquello, así que este que os escribe no vivía entonces. Pero ese ascenso marcó un antes y un después de nuestro deporte en España. Aquí, allá por 1983, Bernard Hinault puso patas arriba la Vuelta a España en el primer año en que se retransmitieron en directo los kilómetros finales de cada etapa. Os podéis imaginar. El puerto, además, es precioso. Salva más de 800 metros de desnivel, pero sin rampas muy brutales. El peor kilómetro está entre el 5 y 6 con casi un 8% de media. A partir de la mitad ya rara vez pasaremos el 5%. Puerto de ir a ritmo y que en los últimos tiempos ha pasado a un segundo plano. Se recuperó en 2019 para LaVuelta, con el final en Gredos.
Alto de Centenera. 16 kms al 5,3%. Es el más bajo de los que traemos aquí hoy, pues se corona a unos 1.350 metros. Eso sí, salvando más de 800 de desnivel. Más o menos se pueden distinguir dos mitades muy distintas en este puerto. La primera, más amable y en torno al 4-5% y una segunda mucho más dura, con tres kilómetros seguidos que rondan el 8% de media y algún pico del 11%. Será el primero de los que se pasen en esta etapa de El Barraco.
Puerto de Peña Negra. 14,7 kms al 5,9%. Otro puerto brutal que, además, se corona a 1.909 metros. Alrededor de él se montó la Ciclomarcha Peña Negra y Tremedal, que tuvo casi 20 ediciones pero de la que hace ya tiempo que no sé nada. Este puerto tiene menos descansos y se mantiene siempre constante al 5% desde su arranque en Piedrahita. Lo peor son los cinco kilómetros finales -en el último en realidad ya afloja un poco-, donde están los kilómetros más duros y las poquitas rampas de doble dígito -11%- que alberga.
Puerto del Tremedal. 11 kms al 5,4%. El ‘hermano menor’ de Peña Negra en aquella marcha de la que os hablaba… pero engaña un poco. Más corto, eso sí, pero en realidad hay un kilómetro plano ahí en mitad que baja la media. El tercer kilómetro tiene picos del 13%, y luego hay rampitas puntuales de doble dígito que salpican toda la ascensión. Se corona a 1.637 metros.
Puerto de Mijares. 22,2 kms al 4,9%. Si Serranillos fue el protagonista en aquel 1983 al que nos referíamos, el gran coloso de Mijares puede ser el que dé juego en esa etapa de El Barraco de la próxima Vuelta a España. Un puerto que salva más de 1.000 metros de desnivel. Quizá lo peor está más o menos en la zona de Gavilanes, con tramos cercanos al 10%. Luego, siempre constante entre el 4 y 6% hasta arriba. No deja de ser un buen sitio para ir a ritmo y encontrarnos con nuestra mejor versión en subida. Eso sí: como nos pegue un bajón, aquello se puede hacer eterno.
¿Hay más? Sí, hay más. Está La Paramera, Pedro Bernardo, Navalmoral, incluso el Alto de Abantos que también tuvo mucho auge en los 90 con la Vuelta a España, casi siempre como penúltimo día antes del final de Madrid. Ávila tiene mucho donde elegir. Pero ahí van mis cinco recomendaciones, espero que os gusten y si hay alguien de la zona y quiere contar qué tal lo pasa por allí o descubrirnos algún rincón, ya sabéis que yo encantado. ¡Nos vemos!