Las doce campanadas del ciclismo en el año 2011

ALBERTO CONTADOR. El 14 de febrero, el día de los enamorados, recibió el mejor regalo posible: la absolución del Comité de Competición por su positivo con clenbuterol en el Tour de Francia 2010. Unos días antes, algunas de las autoridades españolas más importantes (Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy, Alejandro Blanco y Ángel Juanes) habían reivindicado públicamente su inocencia, lo que supuso una lluvia de críticas internacionales por lo que consideraban una clara intromisión en el veredicto. A partir de la fecha, Contador tuvo que ir improvisando su calendario, entre otras cosas porque no sabía si la UCI y la AMA iban a recurrir al TAS (como así sucedió) y porque las fechas de la audiencia se aplazaron hasta dos veces. Su primera decisión importante fue acudir al Giro de Italia, que ganó con suficiencia por delante de Michele Scarponi y Vicenzo Nibali, con victorias en el Etna y en la cronoescalada a Nevegal (y porque no quiso más). Tras varios titubeos, también se apuntó al Tour de Francia, al que llegó en peor forma que otras veces para acabar quinto. Aun así, y pese a ser castigado duramente por las caídas, fue uno de los animadores, sobre todo en la 19ª etapa con final en Alpe d’Huez, donde atacó de salida en el Galibier y puso patas arriba el Tour. El año lo cerró con su boda con Macarena (5 de noviembre), con la audiencia en el TAS (del 21 al 24 del mismo mes) y con un total de nueve victorias… Y empezará 2012 con la incógnita de conocer la inminente resolución sobre su futuro.

PHILIPPE GILBERT. A sus 29 años, ha terminado la temporada como líder destacado del World Tour y como ganador de la Bicicleta de Oro, dos distinciones que nadie osa discutir. Sin ser un ‘vueltónamo’, una condición sobredimensionada siempre en España, ha logrado erigirse como el mejor. Y lo ha hecho gracias a su supremacía en las clásicas. Entre sus 18 victorias del año figuran el denominado Tríptico de las Ardenas, que componen Amstel Gold Race, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja, además de otras relevantes pruebas de un día: Strade Bianche, Flecha del Brabante, San Sebastián, Quebec y Valonia. También ganó los dos Campeonatos de Bélgica (fondo y contrarreloj)… Y una etapa en el Tour… Y otra en la Tirreno-Adriático… Y la general más una etapa en la Vuelta a Bélgica… Y pujó por el maillot verde del Tour (3º)… Y subió al podio de la Milán-San Remo (3º)… Y, sobre todo, no se guardó ni un gramo de espectáculo durante toda la temporada. Gran Gilbert.

CADEL EVANS. Ya se le había escapado dos veces el Tour de Francia por un margen menor a un minuto (en 2007 quedó a 23 segundos de Contador y en 2008 a 58 de Sastre); ya había coqueteado también con las otras dos grandes (fue líder en el Giro de 2002 antes de sufrir un pajarón y acabó tercero la Vuelta de 2009 por culpa de una avería)… La historia le debía una gran victoria a este australiano de 34 años, pero muchos ya pensábamos (y confieso incluirme entre ellos) que la deuda ya estaba saldada con su título mundial en 2009. Pero nos equivocamos: a Evans todavía le esperaba su gran momento en el Tour de Francia 2011. El australiano sumó a su conocida virtud de la regularidad (quedó ocho veces entre los cinco primeros de las etapas del Tour), una mayor ambición en la temporada (ganó Tirreno-Adriático y Romandía) y en la carrera (batió a Contador en el Muro de Bretaña), y sobre todo supo tirar de experiencia para no derrumbarse ante las acometidas de los Schleck y del propio Contador. Cadel Evans es un digno y merecedor vencedor del Tour.

JUANJO COBO. Un año después de estar hundido moralmente y a punto de retirarse, el ‘Bisonte de la Pesa’ sumó dos victorias… ¡Pero qué victorias! Juanjo Cobo se exhibió en el Angliru y puso los cimientos para coronarse en la Vuelta a España por delante de Chris Froome, una de las revelaciones de la temporada. Cobo ya había tenido otros destellos de clase durante su carrera, como aquella Vuelta al País Vasco en 2007, pero los escándalos de dopaje que sufrió su equipo en 2008 (ya saben, Riccó, Piepoli…) dejó aquellas exhibiciones en cuarentena y a su escuadra apartada de las grandes carreras. Tras su infructuoso paso por el Caisse d’Epargne en 2010, Cobo ha vuelto a lo grande. La pena es que ni siquiera su brillante victoria ha servido para asegurar la continuidad de su equipo después de que el patrocinador Geox diera la espantada a última hora.

TONY MARTIN. El alemán ha desbancado esta temporada a Fabian Cancellara como el ‘Rey del Crono’. En su cara a cara en el Mundial de la especialidad, un título que el suizo había ganado cuatro veces, Martin se impuso con rotundidad y ‘Espartaco’ se tuvo que conformar con el bronce (la plata fue para Bradley Wiggins). No fue el único termómetro para medir la supremacía del germano, ni mucho menos. Tony Martin ha obtenido esta temporada doce victorias, de las cuales nueve han sido contra el crono; las tres restantes son las generales de París-Niza, Beijing y Algarve, que fraguó precisamente en las etapas cronometradas. También ganó etapas en el Tour, la Vuelta, el País Vasco y el Dauphiné Liberé. Tan sólo le quedó pendiente el reto de luchar por la clasificación final en una de las grandes, una asignatura que quizá nunca apruebe, aunque hay que darle margen porque tiene 26 años.

SAMUEL SÁNCHEZ. El asturiano tuvo dos momentazos esta temporada, ambos en el Tour de Francia: su victoria en Luz Ardiden con los Pirineos tomados por el público vasco y su coronación como Rey de la Montaña en los Campos Elíseos. Yo me quedo con esta última por su significado histórico, porque Samuel recuperó un premio en el que tradicionalmente habían brillado los ciclistas españoles y que no se ganaba desde Txomin Perurena en 1974. Carlos Sastre tendría que haber heredado el triunfo tras la descalificación por dopaje de Bernard Kohl en 2008, pero el Tour ha preferido dejarlo vacante. Vicente Trueba ganó la primera edición allá por 1933 y Federico Martín Bahamontes lo dominó hasta seis veces (1954, 58, 59, 62, 63 y 64), un récord que perduró hasta que Richard Virenque se lo batió en 2004. Samuel también terminó segundo en otras dos etapas y sexto en la general final del Tour, ganó el GP Miguel Indurain y etapas en País Vasco y Burgos, y se subió al podio de la Flecha Valona (3º), pero nos quedamos con su imagen exultante en París enfundado en el maillot de lunares.

MARK CAVENDISH. He de reconocer que el Mundial de Copenhague no me emocionó lo más mínimo, porque estar 5 horas y 40 minutos dando pedaladas para al final acabar con un sprint de 80 corredores me parece una incongruencia, y así lo he expresado en este mismo blog. Esto no es óbice para reconocer a Cavendish lo que es de Cavendish: el maillot arcoíris. Su triunfo en el Mundial fue la coronación de una temporada en la que ha sumado trece victorias, entre ellas dos etapas en el Giro de Italia y cinco en el Tour de Francia (ya suma un total de veinte) con el maillot verde como premio añadido. El británico, a sus 25 años, es el indiscutible número uno del sprint. Y todo apunta a que el reinado va para largo…

IGOR ANTÓN. Se esperaba algo más de Igor Antón esta temporada: se esperaba, sobre todo, que ganara una Vuelta a España diseñada a su imagen y semejanza, una carrera que seguramente se hubiera anotado en 2010 si no hubiera sufrido una caída. Pese a no cumplir el objetivo, Antón nos dejó la que yo considero la imagen más bella del año: venció en la etapa de Bilbao el día que la Vuelta regresaba al País Vasco 33 años después. Fue una jornada de las que ponen la piel de gallina, con Antón entrando escapado en Euskadi entre ikurriñas y un público enfervorizado… La carrera, además, pasaba por delante de la puerta de su casa en Galdakao y subía El Vivero, donde había dado sus primeras pedaladas. No pudo haber un regreso mejor a una tierra de donde la Vuelta no tenía que haber sido exiliada jamás. Igor Antón también dejó su sello en el Giro de Italia con su victoria en el Monte Zoncolan, una carrera donde su inseparable Mikel Nieve logró un espectacular triunfo en el etapón de Gardeccia-Val di Fassa.

ANDY SCHLECK. Con Contador en peores condiciones que otros años, con un equipazo a su disposición y con una preparación específica, el Tour de Francia 2011 se presentaba como su oportunidad perfecta para coronarse en los Campos Elíseos. Sin embargo, el luxemburgués volvió a terminar segundo por tercer año consecutivo. Esta vez, a diferencia de otras, al menos tiró de calidad y de casta para vencer en el Galibier tras un ataque lejano en el Izoard a 60 kilómetros de la meta. Hay que aplaudirle por ello, pero no es menos cierto que Andy empieza a perder mucha credibilidad. Esa 18ª etapa del Tour ha sido su único triunfo del año, demasiado poco para alguien a quien le presuponemos un superclase. Entre las escasas once victorias de su palmarés hay una Lieja-Bastoña-Lieja en 2009, lo que demuestra que vale para mucho más que para apostarlo todo al Tour de Francia. En 2012, en las filas de otro equipazo tras la fusión del Leopard con el RadioShack, convendría que Schleck mirara un poco más allá de París.

MOVISTAR. El año comenzó con el nacimiento de un gran equipo español, el Movistar, una gran noticia en estos tiempos de penurias económicas. La escuadra arrancó sin un gran líder, debido a la sanción de Alejandro Valverde (a quien rescatan para 2012) y que el fichaje de Alberto Contador se frustró por un puñado de días. La temporada tuvo algunos momentos muy tristes y amargos, como la muerte de Xavi Tondo (que había tenido el honor de estrenar el palmarés del equipo en la etapa cuarta del Tour de San Luis y luego también ganó la Vuelta a Castilla-León), y el gravísimo accidente de Mauricio Soler en la Vuelta a Suiza, donde había ganado una etapa y se había vestido de líder. El saldo final del Movistar, como recoge su página, fue de 21 victorias, 57 puestos en el Top-3 y 187 en el Top-10. Entre los triunfos destacan el Campeonato de España de José Joaquín Rojas y victorias de etapa en la tres grandes: Fran Ventoso y Vasil Kiryienka, en el Giro de Italia; Rui Costa, en el Tour de Francia, y Pablo Lastras, en la Vuelta a España con maillot rojo incluido. El equipo dejó buena imagen durante toda la sesión y, sobre todo, un aroma a buen trabajo y a futuro.

PURITO RODRÍGUEZ. El catalán lideró el año anterior el ranking final del World Tour, lo que le ponía el listón muy alto para este 2011. Y aunque quizá le faltó una gran victoria, no es menos cierto que si uno se pone a hurgar en sus resultados, comprueba que Purito ha cubierto una temporada más que notable. Joaquim ha obtenido siete victorias, entre las que destacan las dos grandes llegadas en cuesta de la Vuelta a España: Valdepeñas de Jaén y San Lorenzo del Escorial. También ganó etapas en otras dos carreras del World Tour (una en País Vasco y dos en el Dauphiné), pero quizá lo que realza más su año son sus tres podios en grandes clásicas: segundo en Amstel Gold Race y Flecha Valona (en ambas superado por el imparable Gilbert) y tercero en el Giro de Lombardía. Si a esto se une que terminó quinto en el Giro de Italia y cuarto del World Tour (tras Gilbert, Evans y Contador), concluimos que Purito ha sido uno de los grandes animadores del año.

CARLOS SASTRE. La temporada 2011 también ha supuesto el cierre de tres grandes del pelotón español. Titulo con Carlos Sastre porque estamos ante el ganador del Tour de Francia 2008. Ahí es nada. Aunque siempre se le haya achacado falta de carisma y de espectacularidad, lo que nunca se le podrá negar a Sastre es su profesionalidad y honradez. Como dijo su padre, Víctor, el día que anunció su retirada: “Siempre daré gracias a mi hijo por poder ir a cualquier sitio con la cabeza muy alta”. También han colgado este año la bicicleta Íñigo Cuesta, que se marcha con el récord de participaciones en la Vuelta a España con 17 presencias, y Chente García, que es junto a Miguel Indurain el español que más veces ha disputado el Tour (ambos con doce). Entre los tres suman 50 temporadas en el pelotón y 80 grandes vueltas. Se les echará de menos.