Todos para Freire
Aplaudo la decisión del seleccionador, José Luis de Santos, de haber organizado un equipo para arropar por completo a Óscar Freire, en la que seguramente sea su última oportunidad para conquistar su cuarto maillot arcoíris, un hito que le encumbraría como el único de la historia con ese número de Mundiales, por encima de Alfredo Binda, Rik Van Steenbergen y Eddy Merckx, con los que actualmente empata a tres victorias.
Y la aplaudo por varias razones… La primera, porque Freire se merece esta oportunidad. En los últimos años del siglo XX, muchos ciclistas españoles evitaban participar en el Mundial, una carrera a la que acudíamos sin apenas posibilidades y que la mayoría veía como un marrón. Pero a partir de 1999, cuando Óscar logró su primer título en Verona, se cambió esa tendencia y comenzó a haber tortas por estar en los campeonatos. Aunque Abraham Olano venciera en 1995, Freire ha sido el pionero español en esta clásica por países. Y esos galones tienen que seguir teniendo su peso.
La segunda, porque en alguna de las últimas ediciones ha habido bastante anarquía por el exceso de candidatos: Freire, Valverde, Samuel Sánchez, Purito Rodríguez… España se italianizó y se debilitó. Si algo se había demostrado en años precedentes fue que siempre que el equipo funcionó unido y mimó a un líder, se recogieron más frutos. Y no necesariamente con la victoria de ese jefe de filas, como ocurrió en Hamilton 2003, cuando Igor Astarloa se colgó el oro y Alejandro Valverde, la plata. Por cierto, este último se llevó entonces un tirón de orejas de Paco Antequera por arrancar antes de lo debido. Se logró el doblete, pero su maniobra pudo dar al traste con el arcoíris.
Y la tercera, porque si hay alguien en España que puede ganar un Mundial, ese es Óscar Freire a pesar de sus 35 años y de su mala temporada actual (sólo dos etapas en la Vuelta a Andalucía). El cántabro conoce esta carrera a la perfección, sabe medirse y medir a los rivales, tiene fondo y colocación, sigue manteniendo la punta de velocidad… Se habla mucho de Gilbert, Sagan, Hushvod y Cavendish, pero con un equipo a su alrededor, el tricampeón del mundo goza también de su chance.
¿Convendría tener una segunda baza? Pues quizá sí. Y en la realidad la tenemos. José Joaquín Rojas, que en circunstancias normales debería lanzar a Freire en el sprint final, está en la recámara por si el cántabro no tiene un buen día. De paso, el murciano coge experiencia en el Mundial. Porque con la edad actual de Freire y con la incógnita de en qué estado reaparecerá Valverde en 2012, Rojas es el futuro inmediato de esta Selección.