España fue invisible en los Mundiales de Daegu, salvo por la medalla de bronce de Natalia Rodríguez y el cuarto puesto de Manolo Olmedo en 1.500 metros. Y fue invisible en la Diamond League, el circuito de élite del atletismo mundial, en el que los mejores atletas se muestran en el escaparate. La excepción fue Frank Casañas, sexto en disco. Nadie más puntuó.
Estamos ante un círculo vicioso o una pescadilla que se muerde la cola. Los atletas españoles están en decadencia, luego no son invitados a la Diamond League, luego no pueden puntuar. Salir de esa situación sólo pasa por ser muy bueno. Sólo si lo eres, te recibirán con los brazos abiertos.
También es cierto que hay muchos atletas españoles que prefieren no competir en el extranjero, sino en casa, en situaciones más favorables y más conocidas. Y luego pasa lo que pasa: que viajamos a Daegu y allí se estropea todo. Algunos dicen que se reservan para hacer un buen Mundial, y luego fracasan. Muchos de los mejores atletas son capaces de estar en forma desde junio a septiembre, sin problemas. Y si ellos son capaces de hacerlo y nosotros no, tendríamos que estudiar qué es lo que pasa.
Da cierta envidia ver cómo los más destacados del mundo se baten en la Diamond con todas sus armas, mientras los nuestros se quedan en casa, velándolas, no se sabe muy bien para qué, viendo las competiciones por la televisión, sea porque quieren ir y no les aceptan, sea porque les aceptan, pero no quieren ir. Lo primero no tiene remedio; lo segundo es un pecado. Me consta que hay atletas españoles que han sido invitados por la Diamond League para actuar en sus mítines, pero que han renunciado, con el pretexto de preparar el Mundial. No lo puedo entender. Y ya sabemos lo que ha pasado en ese Mundial casi recién terminado y que pasará a la historia negra del atletismo español.
El país con más atletas que hayan puntuado en la Diamond League es, claro, Estados Unidos (35) seguido por Kenia (23), Jamaica (17), Rusia (15) y Alemania y Etiopía (9). Con dos o más atletas hay 22 países. España, de nuevo, en la cola.
A propósito de grandes estrellas. Sólo cinco han conseguido este año ganar en el Mundial de Daegu, liderar el ránking del mundo y vencer en la puntuación de la Diamond League. Una triple proeza. Son los kenianos David Rudisha en 800 y Vivian Cheruiyot en 800 y 5.000 metros; las estadounidenses Carmelita Jeter y Brittney Reese en 100 y longitud, y la neozelandesa Valeri Adams en peso. Atletas ejemplares. Ejemplos a seguir.