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El nuevo rey Tony Martin

Echo un vistazo al palmarés de los Mundiales de contrarreloj, una especialidad relativamente joven que nació en 1994, y una de mis primeras conclusiones es el descenso de influencia de los ciclistas españoles. Atrás quedaron los tiempos de Miguel Indurain (oro en 1995), Abraham Olano (oro en 1998 y plata en 1995), Melcior Mauri (plata en 1998) e Igor González de Galdeano (bronce en 2002). Nuestro último mohicano, aún en activo, fue Iván Gutiérrez (plata en 2005). Y desde entonces no se ha vuelto a pisar podio. A la espera de la evolución de Jonathan Castroviejo (undécimo en Copenhague), sólo Alberto Contador, si llegara fino a estas fechas, tendría opciones de medalla. Esa es la realidad actual.

  


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Echo otro vistazo y reparo con cierta envidia o nostalgia en el reinado de dos grandes campeones: el australiano Michael Rogers (tres oros en 2003, 2004 y 2005) y el suizo Fabian Cancellara (cuatro en 2006, 2007, 2009 y 2010). Dos tremendos contrarrelojistas. Sigo extrayendo datos y me fijo en el país con más presencias en el podio: Alemania suma cuatro oros (dos de Ullrich y uno de Grabsch y Martin), cuatro platas (tres de Rich y una de Peschel) y cinco de bronces (Ullrich, Rich, Peschel y dos de Martin).

Alemania siempre ha estado ahí, desde el principio. Bien con ciclistas que preparaban específicamente el Mundial de contrarreloj aunque luego no destacaran tanto en el resto del calendario, como Michael Rich y Uwe Peschel, o bien con campeones de la talla de Jan Ullrich. El arcoíris de Copenhague, Tony Martin, aúna un poco de las dos cosas. El líder del HTC es capaz de preparar un objetivo concreto, como demuestra que lleva tres años sin bajarse del podio mundialista. Pero también exhibe una gran regularidad toda la temporada: este año ha ganado carreras en febrero, marzo, abril, junio, julio, agosto y septiembre (le perdonaremos mayo).

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La asignatura pendiente de Martin son las generales de las grandes vueltas. Con 26 años y la París-Niza en su historial, todavía está a tiempo de intentarlo. Es uno de sus objetivos. Pero al margen de cuál pueda ser su progresión en este sentido (yo no le veo perfil de vueltómano, pero es una apreciación muy personal), lo que sí parece una evidencia es que tenemos contrarrelojista para rato. Sería temerario cerrar alegremente el ciclo de Cancellara, pero por lo visto en estos Mundiales y en toda la temporada (también ha ganado cronos en Tour y Vuelta), la lucha contra el crono tiene nuevo rey. Como dijo el propio protagonista: “Copenhague sólo es el principio de Tony Martin”.