Aquellos que nos enganchamos al ciclismo en los años ochenta con el Reynolds y las pericadas (los que Juanma Trueba llama en sus crónicas “los ochenteros”), tenemos mitificada la llegada a Luz Ardiden gracias al triunfo de Pedro Delgado en 1985. Era la primera vez que se llegaba a esta cima pirenaica en el Tour y el segoviano venció tras un ataque en cadena del Seat-Orbea, con Pepe del Ramo (hoy propietario de la empresa de cascos Catlike) coronando el Aspin y Peio Ruiz Cabestany haciendo lo propio en el Tourmalet. Fue un triunfo épico, regado por la niebla.
La cumbre más española
1 Comentarios
Mostrarasane
Lo que vemos hoy día, ¿se convertirán en historias míticas en el futuro? Creo que no. La etapa de ayer fue, una vez más, decepcionante. Si el ciclismo se ha convertido en esperar a ver qué pasa entre los grandes en los tres últimos kilómetros, que me lo confirmen y dejo de seguirlo. Es un soberano aburrimiento. No quito mérito a lo que hacen, que me parece una auténtica barbaridad digna de elogio, pero como espectáculo es muy pobre. Es más: no hay espectáculo. Me quedo con Giro, Vuelta, clásicas,..., incluso el Mundial. Pero el Tour es un ladrillo infumable.
07/15/2011 11:08:03 AM