La vuelta de Heras
Una vez concluida la presentación de la Vuelta Júnior en el CSD, Albert Soler atendió en un aparte a periodistas de cuatro medios (Efe, Europa Press, La Razón y AS), entre los que yo me encontraba. El secretario de Estado habló del ‘caso Heras’. Ya saben: el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha anulado la resolución por su positivo con EPO en la Vuelta a España 2005. Soler nos dijo: “La Federación Española va a recurrir al Supremo y en el CSD lo estamos estudiando. Respetamos el fallo, pero no lo compartimos y por eso vamos a apelar. Judicializar el deporte no es bueno, porque el deporte tiene sus mecanismos para resolver estos casos, como el TAS. Los ritmos de la justicia son distintos, todo se alarga mucho y no es óptimo para el deporte. Pero Heras ha elegido ese carril y eso nos obliga a entrar por ahí”.
Heras renunció en su momento a la vía del TAS y decidió acudir a la justicia ordinaria. El Tribunal le ha dado la razón porque entiende que hubo una serie de irregularidades y defectos de forma en el procedimiento, tanto en la custodia como en el análisis de la muestra. El TSJ no niega en ningún momento que en el organismo de Heras hubiera EPO recombinante. Tampoco entra a valorar que el año siguiente, su nombre apareció entre los ciclistas implicados en la Operación Puerto, junto a otros del equipo Liberty Seguros, cuyo director, Manolo Saiz, continúa imputado a la espera del juicio oral. Sobre eso no dice nada. Únicamente se centra en los errores de procedimiento.
Vivimos en un estado de derecho y estamos regidos por una de las legislaciones más garantistas del mundo. Eso es lo que hay y así tenemos que aceptarlo. Son las reglas del juego. Ahora habrá un recurso de casación al Tribunal Supremo y el caso se alargará al menos otros tres años. Si al final se le siguiera dando la razón a Heras, habrá que aceptar el fallo. Eso no equivaldrá a que el ciclista no se haya dopado, porque la justicia no está juzgando ese supuesto. Querrá decir, en cualquier caso, que se anula el procedimiento que demuestra que el ciclista se ha dopado. No hay pruebas, no hay dopaje. Y habrá que devolverle la Vuelta a España. Pues vale. Hubiera sido más elegante pedir disculpas, pero Roberto eligió otro conducto.
Una resolución favorable al bejarano no evitará que cada uno de nosotros sigamos teniendo nuestra opinión particular sobre el caso. Y pase lo que pase, lo mejor que le puede ocurrir al ciclismo es que Roberto Heras se quede solamente ahí, en el palmarés y en los libros, como una parte de un pasado al que ya no queremos volver.
Por eso, en el acto de ayer no se habló del pasado, sino de promoción y de futuro. Se presentó la Vuelta Júnior 2011, que esta vez fusiona “dos eventos muy buenos que necesitaban integrarse”, como dijo Pipe Gómez, el presidente de la Asociación de Ciclistas Españoles (ACP). Se trata de la Aula Ciclista, desarrollada por esta asociación en 107 colegios y que ha formado desde abril a 25.000 escolares, y de la Vuelta Júnior, una carrera de niños organizada por Unipublic paralelamente a la Vuelta España. Ambas se unen ahora bajo el paraguas de la Fundación Deporte Joven, que depende del Consejo Superior de Deportes y que tiene como objetivo la promoción deportiva, y con el patrocinio de Cofidis, que lleva 15 años apoyando al ciclismo.
“El mejor homenaje que se le puede hacer al ciclismo es seguir creyendo en él”, concluyó Soler. Y para creer en el ciclismo, lo mejor es mirar al futuro. Heras es el pasado. Y ningún tribunal podrá cambiar eso.