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La AMA digiere el solomillo



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El blog ‘Pedaladas’ se estrenó el 15 de febrero de este año, en coincidencia con la absolución de Alberto Contador, con una entrada que se titulaba: ‘Las reglas del juego y la república bananera’. Hay una parte de aquel post que ahora retoma una enorme actualidad. He aquí los dos párrafos en litigio:

“Mucho más se ha debatido sobre la pertinencia de cambiar la categoría del clembuterol para que pase a ser una sustancia cuantitativa, con un tope preestablecido. El escenario del clembuterol es ahora diferente y la norma debería adaptarse a ese nuevo calibre. Los laboratorios sólo tienen la obligación de detectar a partir de 2 nanogramos (2.000 picogramos), pero actualmente ya hay algunos con una sensibilidad mayor, como el de Colonia, que llega a cantidades tan ínfimas como los 50 picogramos de Contador o incluso la mitad de Josephine Onyia.


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Esos 2.000 picogramos funcionaban antes como un mínimo tácitamente establecido y aquellos positivos que pudieran provenir de una contaminación alimenticia no existían, sencillamente porque no se detectaban. En los últimos tiempos, cada vez proliferan más esos ‘minúsculos’ positivos. En algunos casos (o muchos) se habrá cazado a un tramposo, pero hay dudas razonables de que otros puedan provenir de una intoxicación. En el caso del jugador de tenis de mesa Dimitri Ovtcharov se ha demostrado que su positivo procedía de una carne adulterada en China. Hay que cambiar la norma porque mientras exista una mínima duda, siempre será mejor que se salve un fraudulento a que se condene a un inocente. La AMA no está todavía por la labor de aceptar esta variación, pero los propios deportistas se sienten indefensos y, a través de diferentes asociaciones, ya han trasladado la petición a las autoridades pertinentes”.





Cuatro meses después, Olivier Rabin, director científico de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), ha admitido que “en algunos países existe la posibilidad de que la carne esté contaminada, algo que recoge la literatura científica”, y ha dejado la puerta abierta a un cambio en la legislación. El mensaje se extendió con tanta rapidez y con tan diferentes interpretaciones (muchas de ellas favorables a Contador), que la propia AMA se vio empujada a colgar un comunicado de seis puntos en su página web. Es el siguiente:

1. El clembuterol es una sustancia prohibida y no existe un umbral bajo el cual esta sustancia no está prohibida.

2. En la actualidad no existe un plan para introducir un umbral para el clembuterol.

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3. Es posible que en determinadas circunstancias, la presencia de un bajo nivel de clembuterol en una muestra de un deportista pueda ser el resultado de la contaminación de los alimentos. Sin embargo, cada caso es diferente y todos los elementos deben ser tenidos en cuenta.

4. En el marco del Código Mundial Antidopaje, la gestión de resultados de los casos prevé la posibilidad para un deportista de explicar cómo una sustancia prohibida entró en su cuerpo.

5. La próxima semana se reunirán expertos de laboratorio de la AMA, como lo hacen con regularidad, y entre otros temas discutirá la situación con respecto al clembuterol. Ninguna decisión será tomada en esta reunión y las recomendaciones serán revisadas y discutidas en el Comité de la AMA de Salud, Médico e Investigación cara a la preparación de la lista de 2012.

6. El poder de tomar una decisión y la adopción de la lista de 2012 se confiere al Comité Ejecutivo de la AMA, formado a partes iguales por el mundo del deporte y los gobiernos, que se reunirá en septiembre.


En resumen, la AMA niega que haya un plan en marcha para cambiar la norma (punto 2), pero admite la posibilidad de la contaminación alimenticia (punto 3) y que hay un debate interno al respecto (punto 5). A mí este asunto me lleva a la misma reflexión que en febrero. Si existe una mínima duda de que se pudiera estar castigando a un inocente y si la norma está abierta a un cambio en un futuro inmediato, ¿qué sentido tiene haber recurrido al TAS contra Contador y exponerle a dos años de sanción?



También hay numerosas voces que recriminan a Rabin y a la AMA no haberse manifestado con cierta claridad sobre el clembuterol hasta ahora, justo cuando hay cinco futbolistas mexicanos implicados. Pues es muy posible que sea así. Fútbol es fútbol. Pero también Josephine Onyia podría quejarse de que su caso no fue tratado con ‘el mismo cariño político’ que el de Contador. Si esta sustancia ha tenido que llegar al fútbol para que se plantee un cambio en la norma, pues bienvenido sea. Porque como ya escribí en su día, “siempre será mejor que se salve un fraudulento a que se condene a un inocente”.