La doble defensa de Contador
Alberto Contador dice que está centrado en el Giro de Italia, que ya tendrá tiempo más adelante para pensar si participa en el Tour de Francia. Siempre que se confirme, como parece ser que se va a confirmar, el aplazamiento de su vista en el TAS más allá de la Grande Boucle: a finales de julio o primeros de septiembre. Dice Contador, y es cierto, que esos asuntos los deja en manos de sus abogados y de su hermano Fran. Que él se dedica a dar pedales. Aun así, es inevitable pensar que Alberto está disputando actualmente una doble partida: las defensas de la maglia rosa y de su futuro.
Christian Prudhomme ha insistido que quiere una resolución antes de la carrera. Al Tour no le hace ninguna gracia tener a Contador en su pelotón sin una absolución bajo el brazo. Su presencia desviaría la atención deportiva hacia otros asuntos. Muchos medios de comunicación estrecharían el cerco sobre el madrileño. Las cunetas podrían inundarse de pancartas o manifestaciones en su contra. Alberto ya ha vivido algo de esto en el Giro, donde ha sufrido algunos abucheos y hasta a algún inoportuno graciosete persiguiéndole por las cumbres con jeringas imaginarias. Pero siempre en una escala menor de lo que se encontrará en el Tour, donde todo se multiplica por cien.
Otro temor. La Grande Boucle tampoco quiere arrancar sin saber la composición de su podio de 2010. Porque, no nos engañemos, Contador todavía puede ser desposeído de su tercer Tour. Por si esto fuera poco, el TAS también podría anular los resultados de Contador del presente año, lo que incluiría un hipotético triunfo en 2011. ¿Dos podios del Tour eliminados de una tacada? Esto último sólo es un supuesto, porque lo normal es que el TAS mantenga las clasificaciones de Alberto, una vez que tiene licencia en vigor, una absolución decretada y que la UCI nunca ha pedido su suspensión cautelar. Pero la posibilidad existe, porque el TAS es un árbitro independiente.
Ahora vamos a ponernos en la piel de Contador. Para empezar, es normal que quiera agotar los plazos legales para contar con todas las garantías que considere pertinentes en su defensa. El TAS propuso un calendario en junio para proteger la imagen del Tour, pero estos plazos no pueden entrar en conflicto con los derechos del madrileño. Y también es lógico que si la normativa se lo permite, el ‘Pistolero’ quiera continuar ejerciendo su trabajo en el lugar que más gloria da al ciclista: en el Tour. El mánager del Saxo Bank, Biarne Riis, ya ha declarado que cuenta con él para la ronda francesa. Y su portavoz, Jacinto Vidarte, también ha recordado que “el Tour siempre ha entrado en sus planes”.
¿A qué nos conduce este escenario? Pues posiblemente a un conflicto o a un acuerdo (público o privado). El Tour es soberano y podría vetar la presencia de Contador, pero no es fácil que quiera llegar a este extremo con uno de los corredores que está escribiendo su historia. Alberto está en su derecho a participar, pero sabe que las ruedas de prensa, las salidas y las cunetas se pueden convertir en un infierno para él. Luego está el aspecto deportivo: los participantes del Giro van a acabar físicamente muy exprimidos para afrontar el Tour (de hecho, el resto de favoritos han rehusado a la Corsa Rosa).
No sé, no sé… Quizá me equivoque, porque mi conclusión se basa más en la intuición que en otra cosa. Una intuición, eso sí, apoyada empíricamente por lo que he ido hablando con este o con aquel. Creo que si la vista no se celebra antes del Tour, como todo parece apuntar, Contador no tomará finalmente la salida en la Vendée. El veto sería una solución demasiado fea. Así que auguro más una renuncia, empujada o no por un pacto entre las partes. Veremos…