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Tres días en el infierno

Como toda gran vuelta, este Giro de Italia está generando polémicas y debates diversos. Que si ‘sterrato sí o sterrato no”. Que si Thomas Lovkvist cuestiona la participación de Alberto Contador en la carrera, como antes hizo Renato di Rocco, presidente de la Federación Italiana. Que si Fran Ventoso acusa a Mark Cavendish de subir remolcado el Etna. Que si el Crostis no cumple las garantías de seguridad suficientes…

  

Y con este debate sobre el Crostis llegamos al tridente de etapas de montaña formado por las metas de Grossglockner, Zoncolan y Gardeccia. Tres jornadas rotundas, que más de un ciclista, entre ellos el propio Contador, ha bautizado como ‘el infierno’. Figurativamente, claro. Son 14 puertos divididos en tres días, que suman 156 kilómetros de ascensiones. O lo que es lo mismo: el 26% de los 606 kilómetros totales serán en subida. Uno de cada cuatro. Un escenario para la épica.

Contador llega a estas etapas con 1:21 minutos sobre su principal rival, Vincenzo Nibali. Que es poco o mucho según se interprete. Es poco, porque una crisis en cualquiera de estos etapones, sobre todo el sábado o el domingo, se puede traducir en una minutada. Y es mucho, por la solvencia con la que ha conseguido esa renta y por el golpe moral que supuso su exhibición en el Etna. Esa posición le permite al ‘Pistolero’ una ventaja estratégica: puede jugar en defensa o en ataque, según le convenga. Como él mismo ha dicho: “Haré en cada momento lo que me dicte el corazón”.

 

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Lo que a Contador le ha dictado el corazón respecto al Crostis es que es mejor no subirlo. Y menos bajarlo. Su director, Biarne Riis, aliado con otros equipos, se ha movido hasta el último momento para evitarlo. Pero la suerte ya estaba echada, porque el comité local de la etapa había hecho un trabajo brillante en tiempo récord. Tras las quejas de los ciclistas y la desgracia de Wouter Weylandt (que, a propósito, nada tuvo que ver con problemas de seguridad), se extremaron las medidas en el Crostis. Se ha reasfaltado la subida y parte de la bajada; se ha aplicado un conglomerado a las zonas sin asfaltar, y se han colocado redes y colchonetas en los puntos más oscuros.

Una vez realizados los trabajos, la Asociación de Ciclistas Italianos envió a dos excorredores profesionales, su vicepresidente Cristian Salvato y Flavio Vanzella, que entre ambos suman 21 participaciones en grandes vueltas, para supervisar el ‘nuevo Crostis’. La jugada, por cierto, tenía la bendición de Gianni Bugno, presidente de la Asociación Mundial de Ciclistas. Esta fue la conclusión de Salvato: “Si alguien no quiere subir el Crostis, no podrá decir que es por una razón de seguridad”. Y esta, la de Vanzella: “En toda mi carrera nunca había visto un nivel tan alto de seguridad. Las medidas tomadas son un modelo para cualquier organizador”.

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Ambos grabaron un vídeo y tomaron imágenes, que el Giro trasladó a una delegación de ciclistas formada por Contador, Nibali, Garzelli, Cioni y Millar. Todos ellos dieron el visto bueno al puerto en nombre del pelotón. Una vez hecho este esfuerzo, no parece haber ninguna razón para seguir con esta polémica, salvo que alguna eventualidad, en forma de hielo o nieve, volviera a cambiar el escenario. Tres días en el ‘infierno’ ya es suficiente dificultad. Y un motivo para la esperanza… Para esperar un gran espectáculo.

UNAS HORAS DESPUÉS de colgar esta entrada en el blog, José Andrés Ezquerro, enviado especial de AS al Giro de Italia, nos informaba de que los equipos participantes y las asociaciones de corredores habían tenido una reunión matinal en la que decidieron trasladar un plan B a los organizadores para la etapa del Crostis, porque mantenían las dudas sobre el descenso y preferían no afrontarlo. Por la tarde, el director general de la Corsa Rosa, Angelo Zomegnan, dijo a este diario: "La etapa se va a celebrar como estaba prevista"... Sin embargo, unos minutos después, el Giro comunicó la suspensión del Crostis. No vamos a criticar desde aquí la decisión, pero sí la manera como se ha llegado a ella. ¿Para qué entonces tantos arreglos y tantas consultas? Si es por la seguridad del corredor, bienvenida sea la noticia. Pero si a lo que hemos asistido es al enésimo pulso equipos-organizadores, entonces sólo se ha hecho un poquito más de daño a un deporte que en este momento lo que necesita es espectáculo... Pero espectáculo deportivo.