Tony Martin, al rescate de la incrédula afición alemana
Tony Martin tiene nombre de actor o de cantante, pero es ciclista. Y de los muy buenos. Este alemán de Cottbus, que el 23 de abril cumplirá 26 años, se acaba de coronar en la París-Niza, la primera gran carrera del calendario internacional junto a la Tirreno-Adriático, con la que se solapa varios días, aunque ésta acaba más tarde. El corredor del HTC-Highroad fraguó la victoria el pasado viernes en su gran especialidad, la contrarreloj, y ha sabido mantener la ventaja durante las dos jornadas montañosas, lluviosas y accidentadas del fin de semana.
La París-Niza es la victoria más importante de un ciclista que ya había demostrado su buen momento de forma en la Vuelta al Algarve, donde la reaparición de Alberto Contador después de su absolución eclipsó en parte el resultado del germano. Martin también tiene en su palmarés dos medallas de bronce en Mundiales de contrarreloj (2009 y 2010), y etapas en el Critérium Internacional y en las Vueltas a Alemania, Suiza, California y Eneco.
Tony Martin rezuma un aire a Jan Ullrich. Mide 1,85 metros y pesa 75 kilos, por los 1,83 y 73 de su compatriota. Los dos destacan como poderosos contrarrelojistas. Y ambos han sucumbido ante la seducción del Tour. “La París-Niza es el mayor éxito de mi carrera y mi mejor opción para hacer un buen Tour de Francia. Creo que estoy preparado para ello”, ha dicho el de Cottbus tras su victoria. Sus puestos 36º (2009) y 137º (2010) no dicen nada todavía sobre lo que puede ser su rendimiento en la Grande Boucle. La próxima edición nos aportará seguramente más datos.
El Tour es un reto para Martin, aunque su mayor desafío es otro que no se conquista solamente dando pedales y copando podios. Ya lo anunció él mismo tras dominar la contrarreloj del viernes: “Espero que los alemanes hayan visto mi triunfo, vuelvan a ver las carreras y empiece a gustarles de nuevo, como cuando Ullrich era muy popular. Espero que esto ayude al ciclismo a estar de vuelta en Alemania”.
Lo va a tener difícil, sinceramente. El aficionado alemán, que llegó a abarrotar carreteras y audiencias para seguir a Ullrich, Erik Zabel y el equipo Telekom, ha dado la espalda al ciclismo debido a los escándalos de dopaje. Las televisiones públicas ARD y ZDF emitirán en directo el Tour por última vez en este 2011, porque así se lo obliga su contrato con la UER, pero ya han anunciado que no renovarán el acuerdo para 2012. En un comunicado oficial justificaron su decisión “por las bajas audiencias generadas por los casos de dopaje”.
Esos casos fueron encabezados por la implicación de Jan Ullrich en la Operación Puerto, en 2004, y por la investigación posterior al equipo Telekom, que terminó con la confesión en cadena de varios de sus corredores, entre ellos su segundo icono ciclista: Erik Zabel. En este ambiente se movían cuando Patrick Sinkewitz dio positivo en el Tour de 2007 y tanto la ARD como la ZDF decidieron anular la retransmisión en plena carrera.
Esa será la ‘misión imposible’ de Tony Martin: recuperar la credibilidad y levantar el interés de una afición que ha desertado del ciclismo… De una afición que cayó en barrena desde los cielos, desde el altar de Ullrich.
