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El tenis, un tren que no para

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Tomás de Cos

La actualidad no para en el mundo del tenis. Las mejores raquetas del planeta, con la ausencia de Nadal a causa de una tendinitis en el hombro, afrontan esta semana el Masters 1000 de París-Bercy, último torneo de la temporada antes de que Londres se engalane para acoger el ATP Finals del 21 al 28 de noviembre.


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Fernando Verdasco y David Ferrer, que ha dado un gran paso adelante regresando al top ten tras imponerse en el Valencia Open 500 del que es copropietario, buscan en la pista rápida y cubierta del Palais Omnisports de Bercy el billete definitivo para la cita de maestros. Nadal sí hizo los deberes a tiempo y ahora recarga las baterías relajándose en Disneyland París.

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Pero las últimas semanas han dejado muchos otros titulares. Marcel Granollers disputó su primera final de un torneo ATP 500, lo que le ha permitido rozar su mejor clasificación ATP y escalar hasta el puesto nº 45. El barcelonés dio un buen ejemplo de tenis de ataque y brilló con la volea. Por su parte, decepcionó Murray, que fue eliminado por Mónaco. El escocés se desquitó ganando el dobles con su hermano Jamie. Pero... ¿seguirá el escocés pidiendo los sabios consejos de Corretja o prescindirá del español?

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También en el Ágora, Javi Martí, protagonista del post anterior, disfrutó de un bonito premio a su gran año enfrentándose a Nikolay Davydenko. Una experiencia (perdió por un doble 6-2) de la que el joven madrileño salió encantado por “haber competido de tú a tú” con el gran maestro de 2009.

Mientras, en Basilea, Federer recuperó ante Djokovic el trono en el torneo de su ciudad natal, en el que actuó como recogepelotas siendo niño. Una final de tronío, que se decidió en tres sets, con la que maquilla una de sus temporadas más flojas desde su llegada a la élite del tenis. El nº 2 del mundo ha vuelto a insistir en el tema del extenuante calendario de la ATP, pidiendo un parón de seis semanas al término del año. No hay duda de que no será fácil conseguirlo –ahora se están discutiendo los calendarios de 2012 y 2013- por los numerosos intereses que hay en juego, pero la WTA ya mostró hace tiempo el camino a seguir. No en vano ya hemos visto a Italia ganar la Copa Federación frente al equipo estadounidense.

Hace ya diez días que las chicas están de vacaciones. Kim Clijsters volvió a poner en evidencia el bajo nivel que desde hace un tiempo luce el tenis femenino. La belga se coronó ‘maestra’ por tercera vez en su dilatada carrera deportiva, tras doblegar en la final a la bella Wozniacki, que sin embargo aseguró su condición de nº1 hasta final de año. La tenista danesa parece aquejada del mismo mal que ya afectó en su día a otras descafeinadas reinas de la WTA como Safina, Ivanovic o Jankovic.

La otra gran nota informativa del Masters de Doha fue el anuncio de retirada de una de las tenistas más regulares y rocosas de la última década. La guapa y potente Elena Dementieva, una habitual en las semifinales de Grand Slam, cuelga la raqueta con 16 títulos individuales a la espalda (entre los que destaca su triunfo en los Juegos Olímpicos de Pekín) y dos finales malogradas en Roland Garros y el US Open en 2004.

Por cierto, que hablando de guapas hay que reseñar que Ana Ivanovic conquistó su segundo título del año en Bali y ha anunciado que deja a su entrenador Heinz Gunthard, ex de Steffi Graf, para buscar un técnico que la acompañe a tiempo completo. Voluntarios no parece que le vayan a faltar…

Pero la mejor noticia de los últimos días es la paz firmada entre las tenistas españolas y la RFET gracias a la mediación del CSD y el Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. El tenis femenino español necesita un claro empujón.