Guti, entre Blanchflower y Curro Romero

"El fútbol no consiste en abrumar al contrario a pelotazos, sino en ganarle con estilo". La frase es de Danny Blanchflower, buen jugador irlandés de los sesenta, que protestaba contra el fútbol largo y físico que se imponía entonces en la isla. Blanchflower formaba parte de un buen Tottenham, que en esos años estaba a contraestilo en Inglaterra. Recordé su frase cuando el segundo tanto del Madrid, el taconazo de Guti, que transformó una jugada de gol en obra de arte. Hubiera podido marcar él mismo, pero no consiste sólo en eso. Consiste en hacer del fútbol algo bello y creativo. Y en ganar por esos medios.

Por eso le perdonamos a Guti tantas cosas, tantos apagones, tantos desdenes, tantas dudas: porque hace cosas así. No siempre, claro. Un día leí que Curro Romero declaraba: "Si toreara todos los días bien no sería un torero, sino un currante". Curro no era un currante, Guti no es un currante, pero ambos son artistas y dejan mucho cuando se arriman. Y, quién sabe, siempre estamos a la espera de su madurez y cualquier día llega. La forma en que cantó, de rodillas, la victoria de ayer, supone que es consciente de algo. De los diecinueve años, de la falta que le hacían los goles a Benzema, de la Liga, de todo un poco.

El caso es que el Madrid ganó, con una esplendorosa primera parte y una segunda en la que se fue apagando, hasta meter en el partido a un alicaído Depor. Pero ganó y al menos se mantiene a cinco puntos de un Barça al que ayer le dieron por bueno un gol malo en el mismo campo en el que al Madrid le quitaron por malo uno que era bueno. Aparte de que el Barça sacó donde quiso, Pedro estaba en fuera de juego. Sobre la patada de Messi resuelta con amarilla no me extenderé. El Barça también gana con estilo, sin abrumar a pelotazos. Pero tiene la ventaja de que camina sobre una alfombra mullida llamada villarato.

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