La temporada de tenis llegó a su final y es hora de hacer balance. Varios nombres propios se han atrevido a desafiar la superioridad de las dos grandes raquetas del momento. Aún así, Nadal y, sobre todo, Federer lo han ganado casi todo. Nalbandián ha vuelto a vestirse de Rey David. Ferrer se ha convertido en el tenista revelación en el ciruito. Las apuestas han empañado los partidos más brillantes. Y los españoles han demostrado que nuestro país es una de las potencias mundiales más importantes en este deporte.
Poco ha podido hacer Novak Djokovic por recortar puntos a los mejores tenistas de la ATP, aunque da señales de que es un jugador tenaz y de una calidad técnica extraordinaria, que puede verse eclipsada por sus ganas de llamar la atención. El serbio nos ha deleitado con imitaciones de Roddick, Sharapova o incluso Rafa Nadal, demostrando así que lo que mejor hace es jugar al tenis. Cinco títulos ha conquistado este año, entre los cuales se encuentran los Masters Series de Miami y Canadá. Sin embargo el número tres del mundo se fue desinflando torneo tras torneo, de manera que llegó a la Copa de Shanghai cansadísimo. No pudo hacer casi nada, pensando ya en la temporada próxima. Sigue siendo un fuerte competidor en la lucha por el número 1. Rafa Nadal, su rival más directo, se mostró intratable y cuando el serbio parecía que recortaba distancias, el español apretó para mantener la diferencia.