Alberto Bote
El emergente pádel crece en los gustos del aficionado, pero aún arrastra lastres permanentes. Es un caramelo goloso que mantiene en guerra a sus colectivos.
PorJuan Gutiérrez
Marco González
Alberto Bote
Página3
El emergente pádel crece en los gustos del aficionado, pero aún arrastra lastres permanentes. Es un caramelo goloso que mantiene en guerra a sus colectivos.
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