Rafa Lesmes: "Nos dan las gracias cuando los agradecidos somos nosotros"
El piloto canario vuelve al Dakar con ‘El Elefante Rosa’, una iniciativa solidaria que ayuda a paliar los efectos del cáncer de mama.
La prueba de camiones del Dakar volverá a tener, un año más, representación canaria con ‘El Elefante Rosa’. Así, el equipo formado por Rafa Lesmes, Tabatha Romón y Albert Casabona buscar ganar de nuevo una prueba en la que participan, junto a la Fundación Carrera por la Vida, con un marcado carácter solidario.
La expedición insular contará con el apoyo de Think Pink Europe, red de organizaciones que reúne a casi 30 países europeos con la meta de mejorar y acelerar el intercambio de información y las mejores prácticas sobre atención médica e investigación sobre estas enfermedades.
¿Cómo resumirías qué significa y persigue este proyecto?
Dakar por la Vida nace el verano de 2022, cuando me siento con Brigitte Gypen, presidenta de la Fundación Canaria Carrera por la Vida, de la que me siento muy orgulloso de ser voluntario desde hace muchos años, y le propongo utilizar la imagen de mi equipo para lanzar un mensaje y visibilizar el cáncer de mamá en hombres, algo desconocido y también, digamos, reforzar y continuar con el mensaje de que la detección precoz salva a vida. Ella me dice desde el principio que sí, que le parece una gran idea sobre todo por el tema del cáncer de mamá en hombres y en una carrera tan fascinante y extrema como es el Dakar. Ahí nace la colaboración altruista por parte de mi equipo CUP 59 Motorsport. Nosotros no le pedimos nada, todo lo contrario.
¿Alguna vez se ha parado a pensar si tanto esfuerzo vale la pena?, ¿Se siente respaldado?
Sales de tu vida normal, de tu zona de confort, de Europa, de no preocuparte. De si vas a dormir o no vas a dormir, de si vas a comer caliente o no vas a comer caliente, de si vas a comer o no. Son todas esas preguntas que cada día el tercer y el cuarto mundo se hacen y que nosotros ni pensamos en ellas. Pero el que hayamos ganado el año pasado, que para mí fue un broche de oro, una guinda, un pastel de tantos años de competición, no me ha quitado los pies del suelo. Siempre lo he dicho después de esa victoria. Ni antes era tan malo ni ahora soy tan bueno. Sencillamente el equipo funcionó bien, tuvimos suerte, no nos retiramos en los tres momentos críticos que en circunstancias de mala suerte lo hubiéramos tenido que hacer. Y nos plantamos en la meta victoriosos. ¿Ahora puede suceder lo mismo? Pues sí. Entramos en un aspecto que es incluso emotivo y es que no me es fácil transmitir mis sentimientos con este proyecto. Te puedo decir que el proyecto deportivo ha pasado a ser secundario desde antes del Dakar 2024 y que el proyecto de responsabilidad social nos integra, nos une y es con el que vamos de la mano con los voluntarios de INVI y de la Fundación Canaria Carrera por la Vida, y sobre todo con todos los enfermos y enfermas de cáncer que representamos y que se nos han acercado a darnos las gracias a nosotros. Qué fuerte que nos dan las gracias cuando somos nosotros los agradecidos. Lo que pienso cuando lo veo, cuando se acercan, cuando me abrazan, es que hago poco, que tengo que hacer más, que no es suficiente, que se merecen aún más de lo que les doy y me siento por ese lado hasta cierto punto un poco contrariado, contrariado. Y eso que soy consciente de que ellos están felices y de que sí que hemos hecho una labor brutal. Hemos conseguido, con el proyecto Dakar por la vida, visibilizar el cáncer de mamá en hombres en un nivel, con una expansión que INVI, la asociación, en toda su historia no había conseguido.
El progreso ha sido más que notorio.
Hemos hecho más en meses que ellos en años. Pero aun así, ya te digo, me siento un privilegiado, no sé, me quedo muy tocado emocionalmente cuando vienen enfermos terminales de cáncer de mamá en hombres y me abrazan y me dan las gracias y ya digo, pese a que hemos hecho mucho, pese a que estamos haciendo mucho, pese a que sé que los estoy ayudando, sé que les estoy consiguiendo levantar una sonrisa, sé que tienen momentos de alegría cuando cada día, en el Dakar, el Elefante pasa la meta, ellos son los primeros que me mandan las felicitaciones por WhatsApp. Pero aún así, tengo que hacer más y no sé cómo.
Detrás de ustedes hay más organizaciones arrimando el hombro.
A finales de 2022 esta iniciativa obtuvo el apoyo de Think Pink Europe, red de organizaciones que reúne a casi 30 países que trabajan de forma conjunta para unir esfuerzos en la lucha contra el cáncer de mama. Y desde entonces, Dakar for life, en su versión más internacional, no ha parado de crecer y superar todas las expectativas: sinergias entre administraciones públicas, entidades científicas, sociales y cobertura mediática. El mensaje en este vehículo ha llegado a más de 27 países, con más de 300.000 suscriptores a mailing, 751.714 impactos totales, creciendo un 72% más con respecto a la primera edición. Ahora nos sentimos más arropados junto al Gobierno de Canarias y al Cabildo de Tenerife, que se han sumado a esta iniciativa de cara a la próxima edición. Eso quiere decir que hay un gran trabajo colectivo por parte de todas las entidades implicadas.
¿Qué expectativas hay con respecto a la participación en el Dakar 2025?
Participar en un Dakar es muy complicado. Te consume muchísimo tiempo y recursos. Siempre he dicho que tan difícil es estar en la meta del Dakar como en la salida. Antes de la salida y al llegar a la meta el esfuerzo es titánico, brutal, te consume. Pero es mi pasión y la de las personas que me acompañan, de mi copiloto, en este caso Tabata como navegante, de Albert, que es el mecánico en camión, y después de todo el equipo humano de TH Trucks que son los que nos asisten en el parque de trabajo de Arabia Saudí. Nos metemos en esa carrera tan extrema durante 15 días. Y después de tantos años sigo yendo con todo el respeto y la humildad del mundo a enfrentarme con ella. Sé que con la edad, con los años, con las experiencias, con el recorrido que tengo me enfrento de una forma diferente a si tuviera 40 años, 30 años o ya no te digo, 20 años. Con muchísimo respeto, con muchísima humildad, pero también mirándola de frente y leyéndola en cada momento, sabiendo dónde puedo apretar, dónde puedo arriesgar, dónde tengo que levantar, dónde tengo que hacer según qué cosas. Y el año pasado de esa manera me salió muy bien. Es probable que no suceda pero lo vamos a intentar. Así que expectativas y humildad, todas. ¿Qué espero de mí? Llegar a la meta, brindar nuevamente la carrera a toda esta maravillosa gente, a la marea rosa, al punto azul, que son los que nos llevan en volandas. Y si el día de descanso vemos que estamos en carrera, que estamos bien, que el camión está bien, que el elefante está bien y que podemos empezar a arriesgar de forma medianamente controlada para ir escalando posiciones, lo vamos a hacer. Pero las principales expectativas están en llegar a la meta del Rally Dakar el 17 de enero.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.