“¿Reconciliación con Rossi? Quizás en 20 o 30 años...”

Son tres las circunstancias que siempre se recuerdan de la vida de cualquier piloto: los Mundiales, los grandes fracasos o lesiones y, cómo no, las rivalidades. Y en la carrera de Marc Márquez, su enfrentamiento con Valentino Rossi todavía le persigue, incluso al mismo nivel de intensidad que se vivió en Sepang. Desde 2015, para el español ya es un tema recurrente y casi habitual que afronta con la mayor naturalidad. Una espina clavada en el corazón de Italia que quedará para la eternidad porque su mayor ídolo, Il Dottore, no tuvo otra oportunidad para tocar tan de cerca el décimo título mundial. Rozó la gloria para bajar a la más cruda realidad que, además, le llevó a retirarse como leyenda del motociclismo en un equipo satélite en 2021. Y lo más doloroso, con nueve coronas que pudieron ser más. Por eso, Rossi no olvida. Pero tampoco perdona.

La polémica, unas de las mayores que se recuerdan en MotoGP, está cerca de cumplir la década, pero da igual el tiempo que pase, siempre acaba siendo un tema de actualidad recurrente. Y puede parecer cansino, pero las revelaciones constantes en torno a todo lo que se dijeron Márquez y Rossi durante esas semanas, acaba copando portadas por la dureza de sus palabras. Por parte de ambos. Y da igual que uno de ellos ya esté retirado mientras el otro lucha por volver a la cúspide para igualar sus coronas. Su rivalidad es eterna, histórica y siempre será una parte muy relevante de sus carreras deportivas. Para lo bueno y para lo malo. Así lo entiende el español, explicado en una entrevista a Corriere della Serra: “Ha formado parte de ella, junto con Jorge Lorenzo y Pedrosa, con los que hemos tenido buenos duelos. La batalla con él, sin embargo, fue de otra intensidad, de una magnitud muy grande”. ¿Y es posible un acercamiento en su relación? “Nunca digas nunca”, confiesa Marc, aunque asumiendo que no será a corto plazo: “No ocurrirá mañana, pero quizá dentro de 20-30 años quién sabe...”.

Una herida abierta

El ocho veces campeón del mundo abre la puerta, pero Rossi la cierra de golpe. En su última entrevista como parte del podcast Passa dal BMST, el italiano deja claro que recuperar esa relación no está entre sus intenciones ya que, confiesa, sigue teniendo “una herida realmente profunda” por ser algo de lo que, siente, se le privó de luchar. E insiste en su discurso: “Dice que le di una patada, pero no es cierto. Pensé que le harían salir el último (a Márquez, en Valencia), y, en cambio, me sancionaron a mí. Me arruinó la última carrera de la temporada”. “Debería haber tenido una gran batalla con Lorenzo”, opina el italiano, quien advirtió de lo que pasaría con Marc a final de año: “Le dije a él ya los comisarios que se comportaría así, que no jodería a Lorenzo al final de la carrera, que le protegería las espaldas y que me haría perder el mundial. Me miraron como si estuviera loco”.

Por ello, no guarda buenas palabras para el español. Asume que su enfrentamiento “fue totalmente diferente” a otras pasadas y, de hecho, “no fue solo una rivalidad deportiva en pista”. Incluso le acusa de algo más grave: “Para él yo era al que quería destruir, el mito a destruir para quedarse con mi sitio”. “Hablé con él (tras lo sucedido en Sepang). Le dije: ‘¿Te das cuenta de lo que estás haciendo? Te estás creando una imagen de mierda. Entiendes que será así para siempre, te recordarán por esto... ¿vale la pena arruinarte para hacerme perder el Mundial?’ Pero él simplemente me miró distraídamente”, explica Rossi, que, confiesa “nunca había visto a un piloto, sobre todo a un campeón, correr para que ganase otro” que “ni siquiera era su compañero”. De hecho, era el del italiano, pero el desenlace ya es algo que todo el mundo conoce.