Pol: “Yo tengo la libertad de apretar y de jugármela más”
El pequeño de los Espargaró habla de las ventajas y desventajas de correr como probador: “Los pilotos oficiales tienen tres decimitas más”.
Las retransmisiones televisivas en DAZN han ganado este año mucho con los comentarios de Pol Espargaró, por lo fresco que lo tiene todo, por su simpatía natural, su expresividad espontánea y su facilidad comunicativa. Para que se entienda, Pol viene a ser a MotoGP un proyecto de Pedro de la Rosa en la Fórmula 1, y eso es mucho decir. Además, refresca permanentemente sus conocimientos como probador de KTM, marca que en el GP de San Marino le metió en competición por tercera vez en lo que va de temporada. Y fue espectacular verle empezar tercero el viernes por la mañana, aunque luego por la tarde se quedó sin acceso directo a la Q2, con un crono que le dejó a sólo una milésima de su hermano Aleix. Completó el fin de semana con un 14º en el esprint y cerrando el top 10 en carrera.
“Yo siempre he tenido esa manera de pilotar, no sé especular, no soy capaz de ir medio segundo más rápido y ser sensitivo, sentir, para mi tengo que ir al límite y buscar el límite para entender lo que está pasando y ser competitivo. Quiero llevarles o dejarles a los pilotos oficiales una moto que les sea competitiva. Por lo tanto, siempre intento ser rápido y esforzarme al máximo y además en los fines de semana de carrera aquí se viene a competir y no se viene a probar, aunque se haga”, reflexionaba el de Granollers sobre su papel en el Marco Simoncelli.
Al preguntarle qué había sentido al verse tercero al término del FP1, se le escapó una sonrisilla antes de contestar: “Bueno, quizás a lo mejor es cierto que cuando los pilotos llegan a un circuito se toman mucho más tiempo, no pueden cometer errores como los puedo cometer yo. Si yo me caigo y mi fin de semana se rompe, no pasa nada. Quiero decir que voy a tener otras áreas de trabajo y voy a utilizar el fin de semana de otro modo. Ellos no pueden cometer errores, así que ellos lo que normalmente hacen, y yo también lo hacía, es tomarte sobre todo el primer entrenamiento con mucha calma, porque no es puntuable. Aprietas una o dos vueltas al final, pero te lo pasas ajustando la moto y poniendo la moto a punto. Yo tengo la libertad de apretar más y de jugármela más, y hacer una mejor vuelta, pero luego es evidente que cuando todo el mundo se pone las pilas es más difícil”.
Sobre la moto que estuvo probando en Misano, dice que “había muchas cosas que probar. Esperemos que una de las cosas que probemos en el test sea la moto que hemos traído nosotros. Viene el equipo de pruebas con las motos que están acostumbrados a montar y desmontar y es mucho más fácil para ellos pasar las motos y hacer un pequeño ‘scooling’ a los mecánicos que están aquí”.
En cuanto a las modificaciones que hay en el muevo prototipo, cuenta poco: “En aero hay cosas que son obvias, de electrónica algunos parámetros en el motor. Toda la moto es un concepto bastante nuevo, distinto, y que con los tiempos que estoy haciendo funciona porque siempre hay que esperar que los pilotos oficiales tengan esas tres decimitas más que yo no tengo, y eso que el viernes estuve a dos décimas de Pedro, así que sin duda Pedro podría haber hecho un 31.0 y, además, mi ideal era 31.1”.