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MOTOGP

Otro punto a favor

Los antecedentes alientan a Bagnaia. Todos los pilotos que encadenaron cuatro triunfos seguidos una misma temporada, acabaron siendo campeones.

Bagnaia, con la Ducati en Tailandia.
DIEGO AZUBELEFE

A final de temporada son los puntos quienes coronan al campeón y, aunque este no se sumara en el casillero de Bagnaia, al menos también se postula a favor del italiano en la búsqueda de su primer título de MotoGP. Ese que Ducati lleva soñando con repetir desde 2007 a través de reiterados intentos, que en el mejor de los casos les han dejado en la segunda plaza. Y en el deporte, esa es la primera de los perdedores. Pero este año puede cambiar la historia y es que Pecco ha conseguido establecer una racha de cuatro victorias consecutivas (Assen, Silverstone, Spielberg y San Marino) en un mismo curso, que tiene como tradición en la categoría reina terminar con el piloto que la firma como campeón del mundo. Y lo mejor para el italiano es que, pase lo que pase de aquí al final, Quartararo no será capaz de emular la cifra.

La temporada 2022 está a tres carreras de bajar el telón y eso quiere decir que el francés y líder de la general por tan solo dos puntos frente a Bagnaia, podrá, como máximo, encadenar tres triunfos consecutivos. Una probabilidad que pierde fuerza si atendemos a los últimos resultados de Quartararo en Australia, Malasia y Valencia, con un segundo en el trazado español durante la cita de 2019 como mejor posición. Pero además, el poderío de Ducati en la clase reina complica todavía más las aspiraciones de un vigente campeón que juega con la fábrica de Borgo Panigale, Aleix y las estadísticas en su contra.

Pese a que no existen, mientras que pilotos como Miller o Bastianini conserven sus opciones de título, órdenes de equipo a favor de Bagnaia dentro de la fábrica de Bolonia, en las estadísticas sí existe una clave de título que Lorenzo en 2015 fue el último en corroborar. Esas cuatro victorias consecutivas se entienden como números de campeón y también lo demostraron otros como Márquez en 2013 o Valentino en 2005, para seguir dando validez a un precedente que asentó por primera vez Giacomo Agostini con la MV Agusta en 1968. Y muy mal se le tendría que dar a Pecco esta recta final, para no seguir ampliando la lista.

Después del cero de Quartararo en Tailandia a causa de la lluvia, el piloto de Ducati era consciente de que a partir de ese momento “se intensificaba todo” y además, que tiene en su poder el ser dueño de su propio destino si la máquina y los rivales le respetan. Pecco, con una desventaja de dos puntos, no necesita de nadie más que él para superar a Fabio en la general y pese a que cuando comenzó su remontada con esos cuatro triunfos consecutivos comenzó “a pensar en el título, pero no demasiado”, un error le dejó claro que a partir de ese momento había llegado la hora de tomárselo en serio.

Confianza plena

La poca obsesión que interiorizó Bagnaia por saberse metido de lleno en la lucha por el campeonato, le llevó a cometer un error de principiante que podría haber cambiado la historia por completo si no llega a aparecer la lluvia en Tailandia. Durante el GP de Japón, el italiano se fue al suelo en la última vuelta cuando intentaba ganarle la octava posición a Quartararo, suponiendo ese adelantamiento los dos puntos que le separan ahora en la tabla. Una cifra a priori insignificante donde lo perdido era mucho más que la puntuación que podría haber llegado como recompensa. Pero ni siquiera ahora es momento de lamentarse, sino de pasar página y “ser muy inteligente en todas las situaciones” para certificar el título.

La confianza de Bagnaia hacia Ducati es total y no es para menos. El italiano tiene claro que su “potencial es muy alto” y su misión pasa por “no cometer errores como el de Japón o los de antes del parón veraniego”. Entonces la lucha por el título parecía casi más una utopía que una realidad, pues la diferencia con el liderato era de 91 puntos. Pero ese póker de victorias y la aparición de los viejos fantasmas de Quartararo que llegan a modo de irregularidad, han hecho posible una recuperación de 89 puntos que mantienen la lucha más viva que nunca.