“Miraré a Márquez de igual a igual en 2023 con o sin segundo título”

A Fabio Quartararo se le ve mucho más maduro de lo que dice su edad. Se proclamó campeón de MotoGP el año pasado, a los 22 años, y a los 23 persigue ser bicampeón con una Yamaha que está por debajo de él. Ve un poco más rival a Bagnaia que a Aleix y confía en poder pelear de igual a igual con Márquez en 2023, al que tiene ganas, en el buen sentido. Se siente más preparado que cuando empezaron a batallar, hace tres años, en Misano, primero, y en este circuito de Buriram, después. Si no gana el título un español, este francés medio lo es, así que no sería tan malo el bicampeonato de El Diablo.

-La primera entrevista que hice cara a cara posterior a la pandemia fue con usted, en Austria del año pasado, y creo que también era su primer cara a cara. Después de aquello me castigaron sin salir el resto del fin de semana de la sala prensa. Espero que esta vez no haya problemas...

-(Sonríe). Me acuerdo, me acuerdo de aquello. Esta vez no habrá problema, ya está todo mucho más normalizado.

-¿Cómo se siente? Soy de la teoría de que si gana este Mundial va a ser aún más valioso que el del año pasado, por mucho que aquél fuera el primero. ¿Está de acuerdo conmigo?

-Sí, porque nadie sabe cómo lo estoy pasando realmente y no en las últimas carreras sino desde el primer test, en el que ves que no has mejorado nada y llegas a Qatar, donde el año anterior has ganado y ahora acabas a 15 segundos y noveno... El arranque ya fue difícil mentalmente y me costó mucho, pero hicimos muy buen trabajo en la primera parte del Mundial, salvo en Assen. Entonces lo hicimos muy bien y estoy sorprendido de que todavía sigamos ahí arriba.

-¿Eso es gracias a que el piloto está por encima de la moto?

-Es así.

-Le tenemos que dar las gracias por demostrar que en este deporte aún importa más el piloto que la mecánica, pero ya le gustaría que su Yamaha ayudase más, ¿cierto?

-Sí. Creo que cada vez está cambiando este deporte. En 2019, el piloto podía hacer muchísimo más que la moto, pero ahora mismo se está igualando la importancia de los dos factores y si no tienes la moto no puedes. Con todas estas cosas de holeshot, alas, holeshot en la recta... Hay muchas cosas y, si miramos la carrera de Motegi, fue la carrera más aburrida que ha habido. Jack (Miller) tuvo un ritmo que flipas, pero no hubo adelantamientos. Fue un poco aburrido. Sólo se vio el adelantamiento de Márquez a Oliveira y el de Binder a Martín, pero ya está.

-Y el intento desesperado de Bagnaia a Quartararo. Vaya regalo le hizo con su caída.

-Regalo, no. Fue un error suyo. Regalo es otra cosa, pero sí que venía muy lejos.

-¿Cuándo supo que Pecco se había caído?

-En el momento en el que se cayó. Pasó tan cerca que lo escuché.

-¿Qué pensó?

-Nada. Estaba tan concentrado en la última vuelta que no pensé en nada. Luego, para mí fue una carrera muy difícil, frustrante, pero mejor ganar ocho puntos que perderlos.

-Cortó, además, la hemorragia, porque Pecco le había recortado 80 puntos. ¿Esos ocho puntos de Motegi le hacen volver a creer?

-Creía igual. Cuando estás tan lejos en la clasificación, como lo estaba Pecco, no tienes nada que perder. Estaba on fire, porque había ganado cuatro carreras seguidas y podio en la siguiente. Iba muy, muy fuerte, pero cuando estás tan cerca del campeonato, ya es otra cosa, otra mentalidad. Estás llegando a un nivel en el que el estrés y la presión de querer ganar un punto más te hace pilotar de otra manera.

-¿Le saca ventaja a Pecco y a Aleix por haber ganado ya un título de MotoGP?

-No. Más que haber ganado un Mundial, lo importante es que desde 2020 he estado mucho tiempo delante. En 2020 hice tres cuartos del campeonato primero y luego lo perdí. En 2021, estuve desde la tercera carrera hasta el final primero. Y este año llevo líder desde la quinta carrera. He pasado mucho tiempo delante y he conseguido pilotar de la misma manera que si estuviera último en el campeonato. Esto es algo positivo que he aprendido con los años.

-Yamaha llegó a pedir perdón públicamente a Rossi y Maverick por no darles una moto a la altura de su nivel. ¿Qué le dicen a usted?

-Al principio de año era muy frustrante. Por supuesto que Yamaha me pidió disculpas, pero quise parar de decir que la moto no corría, tanto por mi parte como por la de Yamaha. El problema ya lo conocemos y sabemos por qué no podemos adelantar en carrera y tal. Sabemos que falta potencia, pero no lo hablamos y nos concentramos en lo que podemos hacer. Las carreras que hicimos bien en Europa fueron sobre todo porque nos olvidamos de que falta potencia.

-¿Por dónde pasa la clave para ganar el Mundial?

-Estar delante de mis rivales y eso es con consistencia e intentar estar lo más arriba posible.

-¿Cuál es más rival entre Pecco y Aleix?

-Pecco un poquito más, por él y por la Ducati. Estuve toda la carrera detrás de la Aprilia en Japón y te puedo decir que va muy, muy, muy bien. Así que las dos cosas, Pecco y la Ducati y Aleix y la Aprilia.

-El otro día le pregunté a Aleix y a Pecco cómo es posible que tengan este buen rollo fuera de la pista con lo que se juegan. ¿Qué dice el líder?

-Yo tengo una buena relación con todos los pilotos, bueno, con casi todos los pilotos.

-¿Con cuál no?

-(Se ríe). Con alguien, aunque es fácil saberlo.

-Ya sé quién es... El piloto al que siguió el otro día toda la carrera en Japón. ¿Maverick, verdad?

-(Vuelve a reírse). Adivínalo. Volviendo a lo que me preguntabas, si Bagnaia me llega a tocar en su caída de Japón hubiera entendido que son cosas que pueden pasar y no hubiera valido de nada gritarle, porque él también se había caído. En pista, si hay que pegar, se pega, pero fuera de ella para qué vas a tener querer tener mal rollo con alguien por ganar un Mundial. Si tienes buen rollo vas a querer ganarlo igualmente. No vas a dejar ganar a nadie, pero por qué tener una tensión que no hace falta y no saludarnos ni nada.

-¿Ha llegado ya la hora de luchar con Márquez como quería, con veteranía, con palmarés y con el colmillo ya afilado?

-El año que viene yo creo. Marc está yendo muy rápido, pero todavía está cogiendo el hilo a la moto. En 2023, con nuestra futura moto, que será mucho mejor, será el momento. El año que viene estará para luchar por el Mundial y le tengo ganas, porque es del que más he aprendido, aquí y en Misano, en 2020, porque estás luchado con un tío que ha ganado ocho mundiales.

-¿Mirará a Márquez en ese 2023 de manera diferente en la pista si llega como bicampeón?

-No. De la misma manera. Yo me sentirá igual de fuerte con o sin segundo título, porque tengo confianza en mí mismo y sé lo que soy capaz de hacer. Bicampeón del mundo sería un sueño y lo lucharemos hasta el final, pero con uno o con dos títulos, miraré a Marc igual y quiero luchar con él de la misma manera.

-¿Igual es sin ningún miedo?

-Eso es. De igual a igual. Marc es uno de los pilotos con los que mejor me llevo en el Mundial.

-¿Llegó a correr alguna vez intimidado contra él?

-Sí, y es normal. En Misano 2019, porque tú mismo te dices impresionado que estás luchando contra Márquez la primera vez y es como que te impresiona mucho. En Tailandia 2019, ya menos. Y al final te tienes que olvidar de quién es, porque es la referencia de los diez últimos años. Yo muchas veces me olvido de que he ganado el Mundial de MotoGP, porque quiero volver a ganarlo. Siempre quiero más y olvidas lo que has hecho.

-Eso es porque son caníbales, ¿no?

-Cierto.

-¿Le ha cambiado en algo la vida ser campeón de MotoGP?

-Me ha cambiado, porque en Francia nunca ha habido un campeón de MotoGP y ahora noto que no soy sólo un piloto de motos sino el campeón de MotoGP. Estoy más valorado que antes y más reconocido socialmente. Me pasa también en España, donde me conocen mucho más. Y he podido conocer a mucha gente, en el mundo del fútbol, por ejemplo, pero me importa más lo que he crecido en el mundo de las motos. En 2019, saludaba a Marc con la cabeza agachada, porque tenía vergüenza, y ahora todo es más fácil.

-Gracias y mucha suerte.

-Gracias a ti. ¿Sabes una cosa? Creo que eres el periodista que mejor se lo pasa cuando hace entrevistas.

-Es que me gusta mucho mi trabajo. Soy aficionado antes que periodista. Por cierto, diré que es Maverick el que no le cae bien.

-(Risas). Lo puedes poner.