NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

MOTOGP | ÁLEX MÁRQUEZ

“Mentalmente estaba destruido”

Álex Márquez comenzó su etapa en Honda con el sueño de “triunfar con el Repsol”, pero el salto al LCR truncó sus planes para siempre: “Estaba muy cabreado”.

“Mentalmente estaba destruido”
YOAN VALATEFE

Fueron años duros en los que llegó a perder la motivación, pero Álex Márquez vive ya una nueva vida en MotoGP. Ha recuperado la ilusión, la alegría de poder disfrutar encima de una moto y, además, ver que su potencial no se había perdido. El talento que le llevó a ser dos veces campeón del mundo seguía dentro de él, escondido al no tener una moto que le ayudara a potenciarlo y que le dejaba serias dudas sobre si su nivel estaba a la altura de la categoría reina. Honda se presentó en su camino como un sueño que finalmente se quedó a medias. En una charla con el podcast A Tutto Gas, el ya piloto de Ducati vuelve a admitir que no tuvo “la oportunidad de demostrar nada” en HRC, pese a tener el nivel suficiente para llevar las riendas en un año donde la ausencia de su hermano, Marc, marcó el inicio de la crisis para los japoneses.

El pequeño de los Márquez consiguió dos podios con el Repsol Honda esa misma temporada, el único de la marca en hacerlo y, pese a eso, su trabajo no se vio recompensado. El equipo oficial confirmó el fichaje de Pol Espargaró, lo cual, desplazó inevitablemente al ilerdense al equipo satélite. “Fue algo muy difícil para mí, cuando me lo dijeron fue un poco extraño e inesperado”, confiesa Álex, quien, afirma, “quería hacerlo bien” porque su sueño “era triunfar con el Repsol”, al igual que pudo hacerlo su hermano en 2013. Quiso seguir sus pasos, pero no se esperaba que el fin estuviera tan cerca porque, sin saberlo, ese fue el inicio de su calvario con los del ala dorada. “Cuando ves esa moto con esos colores es algo especial, emocionante y muy emotivo. Marc me ayudó a entender que me bajaran al LCR, porque yo estaba muy cabreado”, añade, aunque reconociendo que, pese a ser “un momento un poco raro”, mirando con perspectiva, al final pudo cumplir una meta: “Después fue muy bonito porque mi sueño era ir y hacer el primer año con HRC. Fue una cosa impresionante”.

Pero eso fue solo la punta del iceberg. Ya en el equipo satélite, la situación fue empeorando progresivamente hasta el punto de convertirse en algo realmente crítico en 2022. “El año pasado hubo un momento que lo odiaba”, confesaba Álex al medio italiano porque, pese a “dar mi 100%” y “entrenar más duro que nunca”, “no tenía armas para poder luchar”. “Es algo que mentalmente me hizo llegar al límite el año pasado. Estuve tres semanas sin moto porque me costó, mentalmente estaba destruido”, admitía. Y es que sumado a la frustración por la falta de resultados, “la mayor diferencia con el Repsol y el LCR era que en el equipo de Cecchinello (director de la escuadra) me sentía solo por parte de Honda”. “Trabajamos mucho con Lucio y era como si a Honda no le interesara”, sentencia con dureza.

Ampliar
AGUSTIN MARCARIANREUTERS

Luz al final del túnel

Y por si fuera poco lo que Álex Márquez vivía dentro del box, de puertas para fuera no eran pocos los comentarios que tenía que aguantar. Cierto es que el ilerdense ya vive acostumbrado a una comparativa constante con su hermano mayor, aunque recuerda que sus éxitos son por méritos propios y que la figura de Marc no interfiere en sus decisiones: “Todo el mundo decía que Marc Márquez me había metido en Honda. En aquel momento el Mundial de Moto2 no contaba, solo era ‘hermano de’. Es difícil ganar un campeonato, no todo es cuestión de suerte, al final tienes que trabajar”.

Ese trabajo, por fin, ha dado sus frutos. Álex vive ya una nueva etapa en MotoGP completamente distinta y, pese a que tan solo han pasado cinco carreras, se podría decir que es su momento más dulce. El equipo Gresini, con Ducati al frente, llegó como agua de mayo en el peor momento. El bicampeón necesitaba de un cambio y no dudó cuando se le presentó la oferta sobre la mesa. Se ha posicionado como uno de los más competitivos de la categoría y ya sabe lo que es subir al podio con la marca italiana. Entra en detalles: “Con Ducati he encontrado una bonita relación en la que siempre te tienen en consideración, te piden que los ayudes. Esto es algo muy bonito para que el piloto se sienta importante. En Ducati no me siento solo en el box y esto es primordial, ya me ha pasado anteriormente y no es una sensación muy agradable”. Por eso, Álex recupera la sonrisa y, sobre todo, vuelve a disfrutar encima de una moto.