Márquez no perdona ni a su hermano
Arrancó cuarto, segundo en la primera curva y líder a cinco vueltas del final, para el triunfo 12 de 13 al esprint. Álex 2º y Acosta 3º.


Con el de Austria son ya 12 victorias de 13 posibles al esprint para Marc Márquez en lo que va de temporada, el sexto consecutivo, y 20 de 25 contabilizando sábados y domingos. Una barbaridad cuyo límite se desconoce, porque es un caníbal al que nada sacia el hambre de gloria y victoria que lleva dentro, tanta que no tiene piedad ni con su propio hermano.
Álex Márquez, situado en la segunda plaza de la parrilla, hizo una buena salida y salió primero a la salida del primer viraje, con su hermano a rueda. Marc partía desde la cuarta plaza, penalizado por la caída sufrida en la Q2, y ni Bezzecchi, que lo hacía desde la pole, ni Bagnaia, que lo hacía tercero, le ofrecieron oposición alguna en la arrancada.
La Aprilia no da para más en una salida y la Ducati de Pecco se le cruzó de manera violenta en la zona sucia a la hora de abrir gas. Derrapó su rueda trasera y se le giró la moto hacia la izquierda, movimiento idéntico que le salió a Aldeguer, que partía sexto, justo detrás del tricampeón. Mientras éste caía hasta la decimocuarta plaza, para llegar a rodar último y acabar finalmente entrando en boxes retirado, con problemas visibles en el neumático trasero. Después se tuvo que contener ante los periodistas, porque no les dejan hablar mal de Michelin, el suministrador único de neumáticos, pero fue una goma trasera defectuosa la que arruinó cualquier intento de recuperación.
Por su parte, Fermín bajaba hasta la novena plaza y luego era capaz de recuperar hasta la sexta. Nada que ver el esprint de uno y de otro, ni las caras al terminar las carreras, porque el español está en su primer año y no para de aprender mientras que el italiano entendía perfectamente, y asentía con la cabeza, a la afirmación ahora mal vista de que, dada su suerte este año, si monta un circo le crecen los enanos.
El que se benefició en la arrancada de los problemas de los dos pilotos cruzados fue Acosta, que partiendo séptimo se colocó cuarto a las primeras de cambio y en la segunda vuelta superaba a Bezz, para no soltar ya la tercera plaza que le abría el podio en la carrera de casa de KTM. Se le ve pilotando mucho más a gusto con la nueva aerodinámica, que le permite girar mejor la moto, y el nuevo carenado. Eso sí, de no haberse quedado sin gasolina en plena Q2 igual se hubiera clasificado en primera fila y hubiera podido pelear más de tú a tú por la segunda plaza.
Volviendo a las posiciones de cabeza, Álex llegó a contar hasta con seis décimas de ventaja sobre Marc, pero parecía cantado le acabaría superando cuándo y cómo quisiera. Así fue en la décima vuelta, a cinco del final, para cruzar la meta con 1.180 de ventaja sobre el del Gresini Racing, que ya lleva diez segundos puestos al esprint, más una victoria, y se queda ahora a 123 puntos en la general de su hermano mayor.
Más atrás, completaron las posiciones de puntos Bezzecchi, Binder, Aldeguer, Bastianini, Di Giannantonio y Zarco. Se quedó a las puertas de puntuar Martín, que salía 14º y ganó cuatro posiciones, aunque fueron más porque llegó a rodar más retrasado. Mir, en cambio, partía 10º y acabó 13º, perjudicado por las citadas cruzadas que hubo en la salida. Rins fue 16º y Fernández se retiró porque se le rompió el ‘device’ trasero cuando rodaba quinto. Una faena. No salió a correr Maverick, que causó baja y está muy en el aire que pueda acudir la semana que viene a Hungría.
The #TissotSprint streak keeps going with @marcmarquez93 winning in front of @alexmarquez73 and @37_pedroacosta 👏#AustrianGP 🇦🇹 pic.twitter.com/6hGhra0Ziz
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) August 16, 2025
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Pero más allá de los resultados, del triplete español y de las sensaciones al margen de un esprint que no será de los más recordados esta temporada, porque tuvo poca emoción, lo que sí dará que hablar y no se olvidará fue cruce en el pit lane poco antes de la salida, sin mirarse, entre Márquez y Valentino Rossi.
El octacampeón iba desde su box en dirección a la parrilla y el nueve veces campeón volvía de la parrilla al muro de su equipo, y ni se miraron. Marc, concentrado en lo suyo, Valentino, ignorando al rival que señala como culpable de que no alcanzara su décimo título. Un mega plano del cámara de televisión que recorrió el mundo.






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