“Márquez me destruyó”

Por norma general suele ser complicado asumir derrotas, pero la impotencia se multiplica cuando ganar es la lección que más te han impartido. De ahí nace la rivalidad que se traslada al asfalto y que frustró a Stefan Bradl durante su trayectoria como piloto en MotoGP tal y como reconoce el alemán en el segundo capítulo de Behind the dream (Detrás del sueño), la serie de HRC sobre su equipo. El campeón de Moto2 toma el protagonismo en una segunda entrega donde hace repaso de su trayectoria en el Mundial, cómo vivió su rivalidad con Márquez y su situación en un equipo como Honda donde aterrizó en un momento delicado a nivel personal.

Antes de asumir el rol de probador dentro de HRC, Bradl se mudó al Mundial de SBK para competir en la serie de motos derivadas. Una decisión que el alemán reconoce como “uno de los grandes errores” de su vida: “Sufrí muchísimo. En mayo, Nicky Hayden murió en un accidente de bicicleta y yo estaba en el equipo solo. No sabía qué hacer con mi vida, con mi futuro. En este momento recibí la llamada de Takeo (Yokoyama, director técnico de HRC) que me dijo: ‘¿Estás interesado en ser piloto de pruebas de Honda MotoGP?”. La respuesta fue contundente: “Sí, estoy muy interesado”. Y a partir de ahí se reencontró con un viejo rival del que “tenía muchos celos”.

Bradl y Márquez se disputaron el título de Moto2 en 2011. El alemán salió airoso de esa batalla pero cuando el ilerdense desembarcó en la categoría reina cambió la historia: “Quería batirle, pero cuando llegó a MotoGP él fue más rápido. No encontraba respuesta a la pregunta: ‘¿Cómo puedo ser más rápido que este tío?’. Me decía: ‘No lo sé, doy mi máximo’. Y aceptar esa situación con 23 años, él más joven... fue duro, muy duro. Tengo un gran respeto por él, porque tiene un talento increíble, pero era más rápido que yo y lo odiaba. Me destruyó”. Paradójicamente acabaron compartiendo estructura, aunque con roles diferentes hasta que Stefan tomó (hace dos años y de manera interrumpida) el relevo de la pieza clave de Honda durante la última década a causa de una lesión.

La baja de Marc puso a Bradl al manillar de la RC213V del ilerdense. “Sustituirle nunca es fácil, es un campeón del mundo que ha tenido mucho éxito con este equipo. Me siento un privilegiado, pero por otro lado es una carga sobre mis espaldas”, cuenta sobre la tarea de sustituir al octocampeón. Y pese haber tenido la oportunidad de volver a sentirse piloto, le siguen invadiendo las dudas sobre si retomaría esa misión de manera permanente: “A veces digo: ‘Quiero ser piloto’ y otras ‘quiero ser probador”. Por lo que simplemente trabaja pensando en un futuro donde todo el seno de HRC “trabaja para dar lo mejor”.