Las vacas sagradas de MotoGP veneran a Kevin Schwantz
Martín, Márquez, Acosta, Bagnaia, Quartararo, Binder y Bastianini hablan maravillas del #34 en su circuito de casa.
Estando en Austin, Texas, en la casa de Kevin Schwantz, AS no podía dejar pasar la oportunidad de preguntar a las vacas sagradas de MotoGP su opinión sobre esta leyenda del campeonato, capaz de enamorar a una enorme legión de seguidores pese a haber conquistado sólo un título. Fue el de 500cc, en 1993, con Suzuki, y favorecido en gran medida por la grave lesión sufrida por su gran rival, un Wayne Rainey al que un accidente en la carrera de Misano le dejó en silla de ruedas.
Los siete pilotos que pasaron por las dos ruedas de prensa que hubo el jueves fueron preguntados por este diario acerca de sus impresiones sobre el legendario dorsal 34. No decepcionaron y, aunque ninguno pudo verle correr en vivo, porque no habían nacido o en el caso de Marc tenía sólo dos años cuando se retiró, saben perfectamente quién es Kevin Schwantz y lo que representaron para este deporte sus frenadas imposibles y su espectacular manera de celebrar sus victorias, con caballitos kilométricos y su cercanía con un público que le adoraba.
Martín: “Tengo una gran relación con Kevin. Estuve contigo en su casa, en una barbacoa. Es un gran piloto, una leyenda para todos nosotros. Era capaz de luchar con una moto menos competitiva y creo que a veces yo en el pasado me sentía un poco identificado con él, por así decirlo. Ha sido uno de los más grandes de todos los tiempos, en cuanto a su talento”.
Binder: “Es una leyenda y no hay otra manera de verlo. Lo mires como lo mires, lo fantástico es que es un tipo de lo más normal... pero es Kevin Schwantz. Me acuerdo que le conocí en la Rookies Cup en 2009, era uno de los entrenadores que estaba ayudando a los pilotos jóvenes y me parecía alucinante que una leyenda así estuviese ayudando a los más jóvenes”.
Bastianini: “Para mí es uno de los mejores de todos los tiempos. Hablé con él en alguna ocasión, porque vino un par de veces a Italia, y es maravilloso cuando hablas con él, porque tiene una mente prodigiosa y es fantástico pasar tiempo con él”.
Bagnaia: “Nunca tuve la oportunidad de verle en directo, pero lo que he podido ver es que tenía un talento de lo más explosivo. Era capaz de sacarse cosas de la chistera muy rápido, como por ejemplo aquel adelantamiento famoso en Hockenheim y eso es algo que no tienen todos los pilotos. También sufrió muchas lesiones y no tuvo una carrera muy constante o calmada, pero ha sido uno de los pilotos más brillantes que hemos visto”.
Acosta: “Creo que necesitamos más personas como él. No estoy hablando de pilotaje o de la competición, creo que a veces necesitamos más este ADN de pilotos de MotoGP. Recuerdo que una vez fui a Jerez y tenía como ocho años, en el GP Legends, en un evento en el que también estaba Ángel Nieto, Fonsi... y me acerqué a él. Fue el único que se pasó cuatro horas firmando autógrafos a los aficionados. Necesitamos a más personas así, porque ese es el verdadero ADN de MotoGP”.
Márquez: “Ya lo dije con anterioridad, tenía su propio carácter y su propio estilo de pilotaje, y era increíble verle. Yo tampoco le he visto en directo, pero he visto muchas de sus carreras en diferido, y es de esos pilotos que recuerdas más por lo que hacía que por sus títulos, porque tuvo sólo un título. Pero al final, era como un showman, siempre empujaba al 100% y me encantaba su estilo y el espectáculo que daba”.
Quartararo: “Por mi parte, tampoco he tenido ocasión de verle pilotar, sólo algunas carreras del pasado con Rainey. Pero su forma de frenar era única. Y también como persona y el carácter que tiene, era un gran piloto y es una gran persona”.