Las dudas regresan a Yamaha
Pese a dar un salto positivo en las últimas carreras y ser más competitivos, Mugello fue un golpe de realidad. “Hemos dado un paso adelante que parece un paso atrás”, dice Quartararo.


Vuelven a complicarse las cosas en Yamaha. No han dejado de trabajar desde que recibieron las concesiones y parece que va a tener que seguir siendo así. En los últimos grandes premios, los japoneses parecían vislumbrar la luz al final del túnel y, aunque siguieron ese camino pensando que era el correcto, solo se encontraron con un golpe muy duro de realidad. El GP de Italia, en Mugello, volvió a sacar sus debilidades y se dieron cuenta de que los problemas no se habían solucionado, solo habían puesto un parche que, finalmente, es insuficiente. Y ya se comenzó a notar desde los entrenamientos del viernes, cuando Fabio Quartararo se fue al suelo y acabó con una luxación en el hombro izquierdo que le acabó perjudicando todo el fin de semana.
“La moto me ha dado malas sensaciones”, revelaba el francés el domingo, haciendo balance de todo el gran premio y hablando de una Yamaha “muy pesada físicamente y difícil de gestionar”. Lejos quedaban las sensaciones que había encontrado con su M1 desde Jerez hasta Silverstone, cuando pudo enlazar tres poles consecutivas. Y, aunque el campeón del mundo de 2021, asume que “es bonito” conseguir esa primera posición en la parrilla de salida, su realidad es muy distinta: “El problema es que nuestro potencial está por debajo del Top5. A veces es posible hacer buenos tiempos. Hay cosas que no funcionan y no sabemos por qué“. Aunque sí sabe que el calor que se alcanzó en Mugello le penalizó considerablemente y le impidió hacer buenos tiempos por vuelta. ”Cuando el grip (agarre en pista) es muy bajo, la M1 se vuelve imposible de pilotar en los cambios de dirección", detallaba ante la prensa.

Así que la ilusión por esa aparente mejora, desaparece. O, más bien, vuelve a dejar un mar de dudas en los dos boxes de Yamaha. No encuentran solución y Quartararo parece que ya se desespera, incluso sabiendo el trabajo que la marca hace sin descanso. “Por ahora estamos muy lejos. Parece que estamos haciendo progresos y, en cambio, no es así”, asegura frustrado, porque “los problemas son siempre los mismos” y, aunque en los entrenamientos libres no se notan demasiados por las tandas de pocas vueltas, sí son mucho más notorios en carrera, cuando la goma se calienta mucho. “La moto cambia de comportamiento”, insiste Fabio, que no conseguía encontrarse cómodo en las frenadas y prefirió que le adelantasen a acabar de nuevo en el suelo.
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“Desde luego esperaba más de este fin de semana y, sin embargo, ha sido un desastre”, confesaba el francés tras ser 14º en la carrera del pasado domingo, la segunda Yamaha en pista por detrás de Miguel Oliveira (13º) y por delante de su compañero de equipo, Álex Rins, que acabó 15º. Jack Miller se fue al suelo y no regresó a la carrera. “En este GP detrás de nosotros solo había dos probadores (Nakagami y Savadori) y un debutante (Chantra). Deberíamos hacernos preguntas, ya que en cuanto las condiciones de la pista se complican vamos en dificultad”, insiste Quartararo, para acabar con la dura realidad: “Hemos dado un paso adelante que parece un paso atrás”. Yamaha vuelve al punto de partida.
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