La verdadera cantera de Ducati
Desde que el Gresini Racing se unió a los italianos, todos sus pilotos han ganado con este equipo privado, liderado con Nadia Padovani. Enea Bastianini fue el primero.


Es un equipo privado, independiente, pequeño y con un presupuesto limitado que necesita la ayuda de gigantes como Ducati para sobrevivir en un paddock como el de MotoGP. Pero es un equipo con un talento descomunal y con personas que se dedican en cuerpo y alma a su trabajo. Un equipo pequeño, sí, pero pasional, modesto y, sobre todo, familiar. Y esa es la clave de su éxito. Esa es la clave por la cual, con uno de los presupuestos más bajos de la parrilla, son el equipo más eficaz que puede haber ahora mismo en la categoría reina del Mundial. Ducati sabe que tiene un diamante en bruto en su poder, y reconoce que su enorme trabajo forma parte del éxito de la marca italiana en el campeonato. De hecho, de no ser por ellos, no habría récord consecutivo de podios en el GP de Indonesia.
Y es que el Gresini Racing es ya la verdadera cantera de Ducati. Nada de escuelas de jóvenes pilotos. El equipo de Nadia Padovani es ya una cuna de campeones para los de Borgo Panigale, por donde han pasado pilotos italianos, pero también españoles. Y, todo sea dicho, de donde han salido varios de los pilotos que han acabado recayendo en la estructura oficial. Un equipo familiar y humano que sabe encontrar el equilibro perfecto entre trabajo y diversión, donde nunca se pierde la pasión por el motociclismo. Un box que sabe explotar los puntos fuertes de pilotos jóvenes y donde han sabido dar las herramientas necesarias a un Marc Márquez que ha logrado reivindicarse en MotoGP. Por eso hay muchos que se pelean por una Ducati, pero también por un puesto en el Gresini, donde tener la certeza de que puede crecer.
Porque el caso es que todo lo que toca Nadia Padovani, se convierte en oro. O más bien, todo al que ficha para su equipo, se convierte en campeón de, como mínimo, un gran premio. Y es que el dato es revelador, a la vez que demoledor, desde 2022. Esa temporada, la primera con Ducati tras cerrar su etapa en Aprilia, fue el comienzo de un camino de rosas. Que no de poco trabajo. En su primer gran premio con la Desmosedici, Enea Bastianini ganó la carrera. Fue en el GP de Qatar, para demostrar que, pese a ser un equipo pequeño, podían ser una cantera del lujo. Rápidamente, se pusieron en la mira de todos, porque además no fue solo un destello ocasional, sino que el italiano acabaría ganando otras tres carreras esa temporada (Austin, Francia y Aragón). En la general, La Bestia fue tercero en la general, solo por detrás de la Ducati oficial de Bagnaia y la Yamaha de Quartararo.
Así que Gresini dio un golpe sobre la mesa desde el primer momento. Y con una moto inferior, una GP21 en 2022. Esas victorias de Bastianini le dieron la opción de ascender al equipo oficial, mientras fichaban por Álex Márquez para acompañar a Fabio Di Giannantonio. El español venía de tocar fondo en Honda y, aunque el año tampoco fue espectacular, pudo conseguir dos podios y una confianza con el equipo que le hizo sentir que había encontrado su lugar en el paddock. Su pequeña familia en los circuitos. Y tanto, porque fue uno de los que más presionó a Marc, asegurando a su hermano que, si había un equipo que podía ayudarle a encontrar de nuevo sus mejores sensaciones, ese iba a ser el Gresini Racing. Y no se equivocó, porque acabarían relanzando la carrera del español.

La llegada de Marc Márquez
Pero antes de uno de los fichajes más trascendentales del motociclismo, el equipo de Nadia Padovani (viuda del campeón, Fausto Gresini), también hizo de Fabio Di Ginnantonio un ganador de grandes premios. Ganó, al igual que Bastianini el año anterior, el GP de Qatar, lo cual, acabó salvando su carrera en MotoGP, porque el romano estaba fuera de la parrilla al tener que ceder su sitio en el equipo a Marc. Al final, el VR46 le hizo un hueco en el equipo con otra Ducati. Todo el puzzle encajaba, porque al final, el mayor de los Márquez también les eligió tras comunicar su salida de Honda a finales de 2023. El tiempo de espera valió la pena, aunque fue un proceso largo en el que se tuvieron que armar de paciencia. Pero acabó siendo un aspecto que Marc tuvo muy en cuenta para tomar su decisión y probar suerte en un equipo tan pequeño.
Y, aunque la victoria se resistió en llegar, la unión fue exitosa desde el primer momento. Una vez más, con una moto inferior a la del año corriente. Marc se adaptó sin problemas a la Ducati, demostró que su físico estaba en perfecto estado y se subió al podio desde el primer momento. La victoria no llegó hasta Aragón, 1043 días después de la última del español, pero eso la hizo mucho más especial. Tan solo corrió un año con el Gresini, pero bastaron esos meses para entrar a formar parte de una familia con la que también celebró su noveno título. Incluso aunque vistiera el rojo del equipo oficial. Pero ellos siempre estuvieron presentes en su mente y, al verlos en el pitlane, no dudó en agradecerles por todo lo que habían hecho por él y su carrera. “Vamos a celebrar este título que también es nuestro”, le dijo Álex a Nadia, su jefa, sabiendo que su hermano quería contar con su presencia en un momento tan importante.

Éxito descomunal
Ese año, 2024, Gresini fue el tercer equipo de la clasificación general y, Marc, también tercero en el Mundial de pilotos. Así que eso significó un extra de Ducati al equipo privado. Este año, en ausencia de Marc, cuentan con un Fermín Aldeguer que llegó ya al equipo bajo en amparo de la fábrica. Eso sí, motos todavía anteriores. Pero dio igual, porque aun con esa inferioridad, Gresini está metido en la lucha. Álex Márquez ha conseguido este 2025 sus dos primeras victorias en MotoGP (Jerez y Barcelona) y, a cuatro citas del final, está a punto de sellar el subcampeonato (ya es mejor piloto independiente), solo por detrás de su hermano. En el caso de Aldeguer, vaya rookie... ganó el GP de Indonesia la pasada semana para ser el segundo piloto más joven en ganar en la categoría reina. Otra vez, por detrás de un tal Marc Márquez.
Clave de éxito para Nadia Padovani, quien optó por seguir el legado de su marido fallecido antes de vender el equipo por millones de euros. Una pasión brutal por el motociclismo que, con estos éxitos, se sigue recompensando por parte de Ducati: en 2026, Álex Márquez se convertirá en piloto oficial de la marca y tendrán en su box, al menos, una moto de fábrica del año corriente, a la misma altura que Bagnaia o Márquez. Está por ver si hay otra para Aldeguer, pero lo mejor de todo es saber que tienen ese reconocimiento de Borgo Panigale. De hecho, Gigi Dall’Igna, director de Ducati Corse, se quitó méritos y recalcó el valor tan importante de Gresini en el noveno Mundial de Márquez porque fueron ellos quienes ficharon al español. Honradez para el ingeniero y honor para Gresini.
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