La explosión del Martín “número uno”

“Estaba gritándome a mí mismo: ‘¿Quién es el número 1?”, “este fin de semana he sido el número 1″, repetía una y otra vez Jorge Martín, después de certificar la victoria en Le Mans, segunda de la temporada (tras la de Portimao). “Batir a dos campeones como Marc Márquez y Bagnaia es increíble, porque yo todavía no soy campeón en MotoGP”, explicaba el madrileño, sobre lo que suponía otro triunfo más, pero no uno cualquiera; por el qué, el cómo y sobre todo, el cuándo. Esta victoria llega en uno de los momentos más importantes del curso, simplemente por la decisión que deben tomar en Ducati sobre quién acompañará a Pecco en el garaje oficial a partir de la próxima temporada. Y en esta ocasión, a Martín no le están asaltando las dudas sino las virtudes.

El español está demostrando con hechos cuáles son sus aptitudes al manillar de la moto italiana. Se habla sobre todo de velocidad, que al fin y al cabo es lo que se espera de cualquiera que ejerce como piloto, pero en el caso de Martinator predomina la explosividad. Así lo demuestran sus poles, con un total de 36 en sus cuatro temporadas en MotoGP, pero sobre todo los esprints. La carrera corta es una buena garantía de las cualidades que, en cierto modo, han convertido a Jorge en líder de la categoría reina después de cinco grandes premios. Su victoria del sábado en Le Mans fue la tercera al esprint del curso, pero al mismo tiempo supone la duodécima de las 24 disputadas desde que el Mundial introdujo este formato en su calendario.

El porcentaje de éxito es del 50% y no es casualidad, sino un indicativo de que la explosividad la tiene bastante desarrollada. Pero eso no debe pillar a nadie por sorpresa. Incluso Acosta lo recuerda: “Ya era explosivo en la época de Moto3, cuando hizo no sé cuántas poles y ganó sólo una carrera (2017)”. Curiosamente, un año después llegó su título de Moto3, en una foto final anecdótica con Bagnaia como campeón de Moto2 y Marc Márquez de MotoGP. Los dos contendientes con los que se jugará el madrileño ahora el cetro de la categoría reina, después de una recuperación asombrosa tras su único error en este inicio de temporada. Martín se fue al suelo cuando lideraba en Jerez, pero respondió con el récord de la pista, la pole, victoria en el esprint y triunfo el domingo.

Alemania 2023 inició la proyección

Llama la atención que esa manera de ganar no la considere como la mejor de su trayectoria: “No lo creo. Creo que Misano 2023 fue increíble. No fue la mejor victoria, pero sí de las mejores. Pero me quedo con Austria 2021, cuando (logré) mi primera victoria en MotoGP”. Y aunque resulte sorprendente, desde esa hazaña en el Red Bull Ring hasta su siguiente triunfo, hubo que esperar dos cursos. Hasta hace apenas un año, Martín únicamente custodiaba una victoria en su palmarés de MotoGP. En Sachsenring logró su segundo triunfo en la máxima cilindrada y a partir de ahí comenzó una escalada que le postuló como candidato al título de MotoGP frente a Bagnaia. 2023 acabó con cuatro carreras ganadas para el madrileño (Alemania, San Marino, Japón y Tailandia), pero sobre todo, con los primeros avisos de un campeón que solo necesitó un adelantamiento para comenzar a forjar su historia.

A siete vueltas del final, recordando en cierto modo a la estrategia que llevó hasta lo más alto en Le Mans, decidió atacar al campeón con una frenada al límite que le dio la victoria. Los dos contendientes de Ducati estaban en otra carrera, pues dejaron al tercero a cinco segundos y se marcharon para poner sus galones sobre el asfalto. Bagnaia no pudo defenderse de un Martín pletórico, ni tampoco atacar en una última vuelta donde todos los huecos estuvieron protegidos por el español del Pramac. Jorge sabía muy bien qué tenía que hacer después de haber estudiado a su rival y sobre todo, qué necesitaba para conseguirlo. Algo parecido a lo que está demostrando en la actualidad, para hacerse con ese asiento en el box rojo de Borgo Panigale.