“Ha ido realmente mal, estoy reventado”
Aleix vuelve a sufrir con la Aprilia en Japón, donde llegó a más de 30 segundos del ganador. “Me gustaría saber si la moto va peor”, reconoce.
Desde que comenzó la segunda mitad de temporada, Aprilia comenzó a vivir momentos de debilidad. En ocasiones, la marca de Noale sigue saboreando dosis de optimismo (como la primera fila de Viñales en Japón), pero lo habitual es ver a Aleix y Maverick sufriendo con el prototipo italiano. De hecho, incluso antes de llegar a Motegi, el piloto de Granollers ya esperaba un fin de semana complicado sobre el trazado japonés, donde comenzó a sufrir desde el viernes. Espargaró no vivio un buen inicio de gran premio, pero la situación tampoco mejoró en un cronometrado donde no pudo acceder a Q2 (fue 15º) y además, acabó como tercer piloto al manillar de la RS-GP.
Maverick y Raúl Fernández mejoraron la posición de Aleix, que tan solo tuvo por detrás la Aprilia de un Savadori que cumplía como sustituto de Oliveira. A pesar de todo, el español no quiso tirar la toalla pero acabó en el suelo durante el esprint y la carrera dominical era su única oportunidad para revertir la situación. Pero no había remedio. “Ha ido realmente mal, he luchado mucho, estoy reventado”, aseguraba el de Granollers tras ver la bandera a cuadros a más de 30 segundos del ganador (como noveno). La frustración era parte de un fin de semana donde fue “muy difícil de entender y aceptar las cosas”. Espargaró acusó especialmente la falta de agarre, un problema recurrente en los últimos grandes premios, sobre el que trabajaron especialmente en el test de Misano posterior al GP de San Marino. Pero ni siquiera entonces, donde renunciaron a cualquier novedad, fueron capaces de encontrar soluciones.
“Parece que usemos otros neumáticos, otro asfalto... Es surrealista cómo me han pasado Bezzecchi y Di Giannantonio”, expresaba resignado un Aleix que fue incapaz de competir, también a causa de una moto que los problemas de grip la hicieron muy física: “La moto no gira nada, nada, nada. Por culpa del poco agarre he estado toda la carrera derrapando y además, he llegado a meta de casualidad. De tanto ‘spin’ iba con todas las alarmas encendidas por la gasolina”. Los problemas se acentuaron sobre el prototipo italiano, que al menos no vivió el mismo desenlace que un Quartararo que sí acabó sin combustible. Pero los problemas ajenos son lo de menos en el garaje de Noale.
Aleix quiere entender de dónde viene el sufrimiento con esa Aprilia que, en Montmeló, fue capaz de vencer en el esprint y ser competitiva en carrera. ¿Ha empeorado la moto en las últimas carreras? “No sé si la moto aquí (en Motegi) va peor que en el resto de la temporada, me gustaría saberlo. Intento interpretarlo, hacemos análisis con el equipo, con los ingenieros... Pero yo no soy capaz de entender que haya ido peor la moto, sino que los demás han mejorado una barbaridad. Y nosotros no somos capaces de mejorar, o hemos empeorado un poco. Es realmente difícil de medir”. Lo único que tiene el español por seguro es que “los tiempos se están destrozando, las carreras están siendo diez o doce segundos más rápidas” y a ese nivel, la RS-GP deja de ser competitiva. Pero encontrar agarre, puede ser la solución.