“Esperaba mucho más”
Quartararo tenía marcado en rojo el test de Misano, donde las sensaciones con la Yamaha no fueron buenas. Esperará al de Valencia para sacar conclusiones.
Misano se presentaba como una prueba más importante de lo que a priori puede parecer un test. Márquez y Quartararo querían probar la moto de 2024 para tener un halo de luz en mitad de la oscuridad de 2023. Motivos y hechos contrastables que les convencieran para continuar de la mano de sus marcas. Pero los resultados no fueron esperanzadores para ninguno de los dos. El español terminó decimocuarto, a casi un segundo de la primera posición. El francés fue sexto, pero con malas sensaciones.
Decía Fabio hace unas semanas que no quería un PDF lleno de explicaciones y promesas. Exigía resultados inmediatos en Misano, o de lo contrario se podría replantear su futuro con Yamaha. Unas declaraciones muy parecidas a las de Márquez en el último gran premio. El nivel de desesperación es alto y el francés no parece convencido de lo que ha visto. “Probé la moto y la sensación fue... esperaba mucho más de esta prueba”, decía en unas declaraciones recogidas por Motorsport.
Una de las mayores preocupaciones del francés radicaba en el motor. Y reconoce que “necesita probarlo más, pero deseaba algo mejor”. También explica que sí ha notado un cambio, aunque insuficiente. “La sensación es diferente, pero creo que esperaba más potencia y es un poco difícil decir algo positivo sobre este motor”, afirma. En la comparación con los test del año pasado es contundente: “En 2022, cuando probé la moto de esta temporada, creo que fue la primera vez que sentí que el motor era un poco mejor. Pero hoy no”.
Necesita más en todas las partes
Aunque la potencia del motor era la principal preocupación de Quartararo, el piloto de Yamaha reconoce que el equipo debe mejorar en todos los aspectos: “Para ser honesto, creo que en todas las partes necesitamos poder”. Aunque también explica que las condiciones de la pista condicionan todo. “Lo más importante para nosotros es que cuando la pista tiene mucho agarre, nuestra moto cambia totalmente”.
La moto se comporta mucho mejor cuando hay agarre en pista: “Hice 1:31.4 con casi 20 giros y esta es mi vuelta de clasificación del fin de semana. Pero para el resto, la diferencia entre tener mucho agarre o poco es mucho menor que para nosotros. Nuestro ritmo aumenta casi un segundo, estamos en torno a las siete u ocho décimas. El año pasado también cometimos un error en este aspecto”.
A pesar de las malas sensaciones, Fabio no quiere precipitarse. El francés le da un nuevo margen a Yamaha. “Tenemos que mantenernos positivos e intentar analizar qué pasó para mejorar de cara a Valencia”. Los test en Cheste podrían suponer una decisión definitiva de cara a su futuro. El contrato con la marca finaliza en 2024 y si no ve indicios positivos se replantearía su continuidad en otra moto, tal y como reconoció hace un mes. Aunque ha querido aportar tranquilidad tras la prueba: “Creyeron en mí cuando llegué a Moto2. Mi actitud fue un poco más arrogante de lo que debía. Es difícil, por supuesto, pero prefiero mantener la calma”.